Biografía de La Sonora Matancera
La Sonora Matancera es un conjunto de música
popular cubana y caribeña. Se conformó en 1920 en la ciudad de
Matanzas, Cuba. Es considerada la agrupación más sobresaliente de
América en la interpretación de ritmos tropicales, desde que
comenzó el guaguancó, la guaracha, el bolero, el be bop, la canción
jíbara, el merecumbé, el merecumbé, el mambo o la cumbia, hasta
llegar a la salsa en los años ochenta. Se conformó bajo el
liderazgo de Valentín Cané en 1924, en la ciudad de Matanzas, Cuba.
Constituye un ícono musical, también denominado Decano De Los
Conjuntos Cubanos, quizás de América.
En 2024 La Sonora Matancera arriba cien años de larga, fructífera y
exitosa carrera musical. Es una de esas agrupaciones que sobrevive
a sus fundadores, convirtiéndose en una institución en sí misma,
como pocas en Latinoamérica y quizás del mundo en su tipo. Por sus
filas pasaron los mejores vocalistas e interpretes latinoamericanos
de musical tropical de 1940 y 1970, pero fundamentalmente en la
década de los cincuenta, llamada su época de oro por muchos
conocedores de su época musical.
Entrar en la Sonora Matancera era una meta para muchos cantantes y
músicos en formación a mediado de siglo XX, pero también la
orquesta creció con esa voces y esos interpretes. En su etapa de
mayor esplendor, estuvieron cantantes o músicos que brillaron con
la orquesta, para luego desarrollar una carrera exitosa como
solistas o con otras agrupaciones. Entre muchos otros destacados
artistas pueden mencionarse a
Celia
Cruz, Daniel Santos, Myrta Silva,
Leo Marini, Miguelito Valdés, Bobby
Capó, Vicentico Valdés, Alberto Beltrán, Carlos Argentino, Celio
González, Dámaso Pérez Prado, Carmen Delia Dipiní,
Ismael Miranda, Justo Betancourt,
Yayo El Indio, Olga Chorens, Toña La Negra y Víctor Piñero.
Inicios de La Sonora Matancera en la Música
En 1924, Valentín Cané tuvo la iniciativa de crear un conjunto
musical, formando el grupo Tuna Liberal. En esa agrupación
predominaron las cuerdas, debido al auge del son, por lo que se
necesitó de cuatro guitarras acústicas. Los músicos en ese momento
fueron nueve Valentín Cané en el tres y la dirección; Pablo "Bubú"
Vásquez, en el contrabajo, Eugenio Pérez, cantante, Manuel Sánchez
Jimagua, timbalito; Ismael Goberna, trompeta; junto a los
guitarristas Domingo Medina, José Manuel Valera, Julio Gobín y Juan
Bautista Llopis.
Con la salida de dos integrantes, en 1926 modificaron el nombre a
Septeto Soprano, pero al poco tiempo hubo un cambio a Estudiantina
Sonora Matancera. Entonces viajaron a La Habana, donde se pusieron
en contacto con la compañía RCA Víctor, presentando su primera
grabación en 1928.
En los años treinta, la agrupación, fue acogiendo diferentes ritmos
de música popular bailable de la época, con la incorporación de
varios instrumentos, como el piano de cola, que le permitió ampliar
su abanico de sonoridades. En 1935, el nombre cambió
definitivamente a La Sonora Matancera.
Género musical
En su largo periplo musical, La Sonora Matancera ha interpretado
diferentes géneros y variantes de la música popular cubana, como
guaracha, son, guajira, bolero y mambo, entre otros. Según la
crítica especializada, en sus comienzos la agrupación logró un
estilo propio partiendo de las raíces de la música cubana, que se
hizo evidente en la forma de tocar, en el fraseo y en el sentido
rítmico de sus cantantes. Esa particular forma de interpretar sus
canciones fue posible, porque los arreglos musicales eran
realizados especialmente para el estilo de cada cantante.
Con los años fue incorporando otros ritmos musicales, hasta llegar
a la salsa en los años ochenta. En esa época, opinan algunos
críticos, La Sonora Matancera cambio su estilo, perdiendo
originalidad. Esa incursión en la salsa se debió fundamentalmente a
la entrada en sus filas de músicos formados en Nueva York.
Trayectoria y Legado
En 1944, La Sonora Matancera estrenó dos temas titulados
"Pa'
congrí" y
"Coquito acaramelado". Ese mismo año, lanzó
el sencillo
"La ola marina" y firmó contrato con la
discográfica Panart Records. Durante esa década del cuarenta
realizaron diferentes presentaciones en academias de baile,
cabarets y la emisora Radio Progreso Cubano.
En 1946, La Sonora Matancera experimentó su primer cambio en la
conducción orquestal, su fundador Valentín Cané, comenzó a tener
problemas de salud, que lo obligaron a alejarse poco a poco de su
actividad en la agrupación. Asumió el cargo de director Rogelio
Martínez. Antes de que el conjunto musical firmara con Panart
Records, grabó tres canciones para el sello Varsity, las cuales
fueron
"Se formó la rumbantela",
"Tumba colorá" y
"El cinto de mi sombrero".
Hay conceso entres quienes conocen la historia de La Sonora
Matancera, en que los doces años que van de 1947 a 1959 fue su
época de oro. En 1947 firmó con la discográfica Stinson con el
nombre de Conjunto Tropicavana, debido a que tenían un contrato de
exclusividad con el sello Panart, ese año el tema
"Se vende una
casita". En 1949, grabaron por poco tiempo con el sello
Cafamo, firmando luego para Ansonia Records, compañía con la que
presentaron veintidós canciones, siendo una de ellas
"Se rompió
el muñeco".
En 1950, grabaron de nuevo con RCA Víctor, pero fue la última
ocasión en que trabajaron con esa disquera. Luego de seis años
terminaron, firmando con Seeco Records, compañía con la que
estuvieron quince años, siendo su primera canción juntos
"Tocando madera". En esos años La Sonora Matancera realizó
varias presentaciones en vivo.
A lo largo de la trayectoria musical de la agrupación, fueron mucho
los artistas, que hicieron historia dentro y fuera de La Sonora
Matancera. Celia Cruz, fue una de ellos, comenzó desde muy joven a
cantar en la agrupación y su primer tema fue
"Cao, cao maní
picao", también fueron exitosas su interpretaciones de
"Yerbatero moderno" y
"Burundanga". Permaneció en
el grupo hasta 1965.
En 1951, La Sonora Matancera estrenó el tema
"Se formó el
rumbón", de la autoría de Calixto Leicea. Ese mismo año,
también publicó
"Luna yumurina", un bolero con mezclas de
mambo. Al año siguiente, lanzó los sencillos
"Choucouné" y
"Cuando mueren las palabras". En 1953, dejó la formación
Daniel Santos, quien por década y media incrementó la fama
internacional de la agrupación.
En 1954, abandonó el grupo Bienvenido Granda, que también estuvo
por casi quince años, siendo su última grabación
"Sujétate la
lengua". En 1955, el grupo publicó la canción
"Si no
vuelves" y realizó una gira por Colombia. También presentaron
los temas
"Una canción",
"Yambú pa' gozar",
"El muñeco de la ciudad" y
"Las muchachas".
En 1956, entró el cantante Celio González, quien debutó en La
Sonora Matancera con el tema
"Quémame los ojos". Al año
siguiente la agrupación realizó una gira de conciertos por varios
países, como Perú, Chile y Argentina. Ese mismo año el cantante
Johnny López grabó la chomba-calypso
"Linstead Market", en
agosto, el uruguayo Chito Galindo grabó el bolero
"Consuélame".
En 1958, La Sonora Matancera tuvo la colaboración del venezolano
Víctor Piñero, con una guaracha titulada
"No quiero nada con su
mujer". También lo hizo Reynaldo Hierrezuelo, conocido como
Rey Caney, que en octubre grabó su primer tema, el bolero de su
autoría
"Quiero emborracharme". Ese año, varios
integrantes abandonaron el conjunto musical, quedando solo como
cantante de planta Celia Cruz, quién interpretó el último disco que
grabaron en Cuba.
En 1960, La Sonora Matancera salió de Cuba y viajó a México,
sabiendo que no habría viaje de vuelta a su país. Ese año el grupo
estrenó los temas
"El Baby",
"Estoy loco", en
1961, publicó
"Yo no sé qué me pasa". En 1962, Víctor
Piñero grabó
"Puente sobre el lago", para conmemorar la
inauguración del puente General Rafael Urdaneta en Maracaibo,
Venezuela.
La Sonora Matancera, culminó su contrato con Seeco Records en 1966,
adoptando un nuevo estilo para su propio sello M.R.V.A. En ese
entonces ingresaron los cantantes Elliot Romero, Justo Betancourt,
Máximo Barrientos y Tony Díaz. A partir de ese año, hasta 1980,
hubo varios cambios en su formación, que desdibujaron parte de la
identidad musical que por tantos años la caracterizó, pero dando
paso a sonidos más modernos, al utilizar instrumentos eléctricos
como el bajo y el piano. En 1981, firmó con el sello Fania Records,
quienes lo incluyen en su nueva filial llamada Bárbaro Records, con
la cual estuvieron hasta 1984.
En 1982, un reencuentro emotivo con Celia Cruz originó la grabación
del álbum
"Feliz encuentro". Dos años después, lanzaron el
sencillo
"El tornillo", del álbum
"Tradición". En
la celebración de los sesenta y cinco años de La Sonora Matancera,
se realizó un evento en el Central Park de Nueva York, Estados
Unidos, el 1° de julio de 1989. También se presentaron en Carnegie
Hall, la famosa sala de conciertos de Manhattan, Nueva York, donde
se juntaron por última vez Celia Cruz, Daniel Santos, Vicentico
Valdés, Alberto Beltrán, Nelson Pinedo, Celio González, Leo Marini,
Alberto Pérez, Bobby Capó, Carlos Argentino, Jorge Maldonado, Welfo
Gutiérrez, Roberto Torres, Carlos Manuel Alfonso Díaz "Caíto" y
Rogelio Martínez Díaz.
En 1990, La Sonora Matancera se presentó en Cali, Colombia. Tres
años después, regresó Willy Rodríguez, grabando el disco
"De
nuevo México"; por esa época comenzaron a prepararse para el
setenta y cinco aniversario.
El 13 de mayo de 2001, falleció Rogelio Martínez. Este notable
músico habría ingresado al grupo desde los primeros tiempos y tenía
cerca de medio siglo como director, por lo que se pensó La Sonora
Matancera llegaría a su fin,. Sin embargo, el pianista y
arreglista, Javier Vásquez Lauzurica decidió tomar la batuta en
2003, Desde entonces se fijó la residencia del grupo en Las Vegas,
Nevada, Estados Unidos continuando la labor musical iniciada tantos
años atrás.
En 2009, La Sonora Matancera lanzó un disco con algunos temas
anteriores y canciones inéditas bajo el título de
"Hay sonora
pa' rato", siendo su principal vocalista el boricua Darío
Rosado.
La Sonora Matancera, a lo largo de su trayectoria, ha trabajado con
sellos discográficos como Seeco Records, Marvela Records, Orfeón,
Bárbaro Records, Warner Music Latina, Taurus Records, Panart
Records, Stinson Spanish Records, Ansonia Records, RCA Víctor,
Varsity Records, Discos Fuentes, entre otros.
Como un adelanto de la celebración de los cien años de la Sonora
Matancera en 2020, se presentaron en el teatro Metropólitan, en
Ciudad de México, México. A ese país, llegaron, cuando salieron
definitivamente de Cuba el 15 de julio de 1960.
En La Sonora Matancera, estuvieron entre muchos otros cantantes,
Daniel Santos, Celia Cruz, Toña La Negra, Celio González, Nelson
Pinedo,
Bienvenido
Granda, Alberto Beltrán, Carlos Argentino Torres, Carmen Delia
Dipini, Laito Sureda,
Leo
Marini, Welfo y Vicentico Valdés. En sus filas estuvieron
cuarenta y siete cantantes de nueve nacionalidades: veintiséis
cubanos, once puertorriqueños, dos argentinos, dos mexicanos, un
dominicano, un venezolano, un uruguayo, una haitiana y dos
colombianos.
La Sonora Matancera realizó múltiples presentaciones y giras de
conciertos, a lo largo de muchos años. Son memorables las que
realizó en 1957, actuando en Perú, Chile y Uruguay; dos años
después visitó México; y en 1961 a Caracas, Venezuela. Luego se
presentaron en Nueva York, donde se establecieron por esos años.
Una de las presentaciones especiales en esa ciudad fue en el
Palladium, club ubicado en pleno Manhattan, que ha tenido
reconocimiento por la difusión de los ritmos afrocubanos.
La mayoría de las actuaciones fuera de Cuba y Estados Unidos, las
llevaron a cabo en países de Suramérica como Perú, Venezuela,
Colombia, México, Argentina, Chile, Uruguay, Santo Domingo, Puerto
Rico, Ecuador, Panamá, Costa Rica y en islas del Caribe como
Curazao Y Aruba. En Europa han estado en Finlandia, España,
Alemania, Inglaterra, París e Italia. También llegaron a Asia, en
particular a Japón.
La Sonora Matancera, con miles de canciones grabadas, presentadas
en discos de acetato y compactos, ha logrado una carrera exitosa
como conjunto musical. Desde sus inicios hasta el presente, el
grupo ha recorrido el mundo llevando lo mejor de la música de su
país y de otras regiones.
Integrantes
Actualmente sus integrantes son Valentín Cané, Pablo Vázquez Gobín
"Bubú", Rogelio Martínez Díaz, Ezequiel Frías Gómez "Lino", José
Rosario Chávez "Manteca", Ángel Alfonso Furias "Yiyo" y Carlos
Manuel Díaz Alonso "Caíto".
Pasaron por la agrupación Bienvenido Granda †, Pedro Knight †,
Calixto Leicea †, Celia Cruz †, Humberto Cané, Daniel Santos †,
Myrta Silva †, Leo Marini †, Miguelito Valdés †, Bobby Capó †,
Nelson Pinedo †, Vicentico Valdés †, Estanislao Sureda "Laíto",
Alberto Beltrán †, Carlos Argentino †, Celio González †, Pérez
Prado †, Manuel Sánchez "Jimagua", Ismael Goberna, Domingo Medina,
José Manuel Valera, Juan Bautista Llopis, Elpidio Vázquez, Carmen
Delia Dipiní †, Javier Vázquez, Willy Rodríguez "El Baby", Alfredo
Armenteros "Chocolate" †, Ismael Miranda, Justo Betancourt, Linda
Leída, Gabriel Eladio Peguero, "Yayo El Indio"†, Welfo Gutiérrez†,
Olga Chorens, Gloria Díaz, Tony Álvarez, Chito Galindo, Toña la
Negra †, Bienvenido León, Elliot Romero, Emilio Domínguez "El
Jarocho", Gladys Julio, Hermanas Lago, Israel del Pino, Johnny
López, Jorge Maldonado, Kary Infante, Manuel Licea "Puntillita" †,
Martha Jean Claude, Máximo Barrientos, Miguel de Gonzalo, Pepe
Reyes, Raúl del Castillo, Reynaldo Hierrezuelo "Rey Caney", Rodolfo
Hoyos, Tony Díaz, Víctor Piñero†, Vicky Jiménez, Alfredo Valdés,
Albertico Pérez.
La Sonora Matancera ha sido mucho más que un conjunto de
interpretes de ritmos populares cubanos y caribeños. Es una
institución musical, como muy pocas en el mundo, que se mantiene en
actividad después de casi cien años. Bajo la dirección de dos
músicos de excepción, primero su fundador Valentín Cané y luego
Rogelio Martínez, fue centro de formación de talentosos músicos y
cantantes, que a su vez dieron brillo a la orquesta.
Decano de los conjuntos Cubanos, como también se le dice Sonora
Matancera, ha sido una de las agrupaciones musicales más afamadas
de América. Su música ha hecho bailar y disfrutar a varias
generaciones de aficionados a la música popular del Caribe, en todo
el mundo. Tuvo una época dorada, donde supo interpretar la música
como guaguancó, guaracha, canción jíbara, merecumbé y la cumbia,
además del bolero y el mambo, para hacerla universal. Se adaptó a
los tiempos y llegó a identificarse como la salsa, otros de los
grandes ritmos de los latinoamericanos. Durante varias décadas,
muchos grupos musicales surgieron siguiendo los pasos de esta
inigualable orquesta que ha sabido hacer historia.