Biografía de Tony Bennett
Anthony Dominick Benedetto fue un cantante
estadounidense de ascendencia italiana, conocido en el mundo entero
como
Tony Bennett. Nació en Astoria, distrito de
Queens, ciudad de Nueva York, el 3 de agosto de 1926. Se le
considera como uno de los últimos grandes crooners del siglo
XX.
Alcanzó fama mundial con su exitoso tema,
"I Left My Heart In
San Francisco". Muchas otras de sus canciones también se
convirtieron en hits. Entre ellas,
"Blue Velvet" y
"Stranger In Paradise".
Después de siete décadas ininterrumpidas en la escena musical, su
legado es bien significativo. Cerca de setenta discos de estudio y
más de cincuenta millones de copias vendidas.
De la impresionante lista de galardones y trofeos que recibió, se
mencionan los siguientes. Diecinueve Premios Grammy, incluido el
Lifetime Achievement Award que se otorga por toda la trayectoria en
la industria musical. También obtuvo dos Premios Emmys.
Fue reconocido con la NEA Jazz Master, la máxima distinción de su
país a un intérprete de jazz. Asimismo, recibió el Kennedy Center
Honors. Este es el más alto tributo que el gobierno de Estados
Unidos otorga a sus artistas escénicos.
Su última actuación en vivo fue en agosto de 2021. En esa
oportunidad compartió escenario con la afamada cantautora
estadounidense,
Lady Gaga.
Como estrategia de mercado, la industria musical lo presentó
siempre como rival de
Frank
Sinatra. Una "competencia" que no tenía ningún asidero en la
realidad. Llegaron a trabajar juntos en varias ocasiones. Grabaron
temas como
"New York, New York", que fue un rotundo
éxito.
Además, se profesaban mutua admiración. Mucho antes de morir, Frank
Sinatra dijo que Tony Bennett era "el mejor cantante en el
negocio".
Significado del nombre
Tony Bennett comenzó en la escena musical con el seudónimo de Joe
Bari. Cuando inició de manera profesional, lo cambió por sugerencia
del comediante estadounidense Bob Hop. Este tuvo el acierto de
acortar el nombre Anthony Benedetto, al apodo con el que conocería
en adelante.
Niñez, Juventud y Vida Familiar
Tony Bennett nació en Astoria, un barrio del distrito de Queens.
Fue hijo de una humilde pareja de emigrantes procedentes de
Calabria, al suroeste de Italia. Tuvo como padre a John Benedetto,
empleado de un comercio. Su madre, Anna Suraci, fue costurera.
Empezó a cursar la secundaria en la High School of Industrial Art,
en Nueva York. En esa institución estudió música y pintura. A esta
última disciplina se dedicó primero, firmando sus cuadros como
Benedetto.
En sus pinturas mostró inclinación por el paisajismo. Varios sus
trabajos se encuentran en algunos museos e instituciones públicas.
Sin embargo, sería la música la vocación artística que lograría
desarrollar plenamente.
A los dieciséis años de edad dejó el mencionado centro de
enseñanzas, para dedicarse a trabajar. Debía ayudar a la economía
familiar. Cuando tenía diez años, murió su padre y su mamá se
dedicó a trabajar como costurera.
Más adelante, cuando cumplió la edad reglamentaria, debió enrolarse
en el Ejército de Estados Unidos. Fue trasladado a Alemania, donde
participó en el final de la Segunda Guerra Mundial. Estuvo presente
en la liberación de los campos de concentración de Landsberg, a las
afueras de Múnich. Alcanzó el rango de soldado de primera. Lo que
vivió en ese tiempo, le reafirmó su ideología pacifista.
Inicios de Tony Bennett en la Música
Tony Bennett incursionó en el mundo del espectáculo musical,
gracias a uno de sus tíos. Este era bailarín de tap o claqué, en un
teatro de vodevil. Fue quien lo acercó a ese ambiente.
El 11 de julio 1936, siendo un niño de diez de edad, cantó en un
acto público. Había sido seleccionado por su talento musical. Ese
día marcó el inicio de su carrera musical, según muchos conocedores
de su trayectoria artística.
La actuación se realizó en la ciudad de Nueva York, con motivo de
la inauguración del Triborough Bridge. Este es el nombre de los
tres emblemáticos puentes, que unen los principales distritos de La
Gran Manzana. En ese acto estuvo presente el alcalde la ciudad,
Fiorello La Guardia.
Más adelante empezó a cantar en varios restaurantes italianos, en
Queens. Actuó como niño prodigio de la canción, para contribuir al
sustento económico de la familia. Cuando tuvo la edad suficiente,
se desempeñó a la par como camarero-cantante.
A los dieciocho años, debió alistarse en el Ejército
estadounidense. Quedaba así interrumpida su incipiente carrera
musical. Afortunadamente, no sería por mucho tiempo.
Cuando finalizó la Segunda Guerra Mundial, se quedó un tiempo en
Alemania. Formó parte de una banda musical que entretenía a las
fuerzas ocupantes.
De regreso a la ciudad de Nueva York, continuó estudios vocales de
manera formal. Los hizo en la escuela American Theatre Wing.
Además, informalmente seguía aprendiendo. En ese tiempo cantó en
restaurantes y otros espacios similares. Especialmente en los
clubes de jazz de 52nd Street.
Parecía no tener mayores aspiraciones. Sin embargo, por esa época
lo descubrió la actriz y cantante estadounidense, Pearl Bailey.
Esta lo eligió como telonero de su show, en el barrio neoyorquino
de Greenwich Village. Corría el año de 1949.
En ese espectáculo estuvo presente el comediante Bob Hope, ícono de
la televisión estadunidense. Este supo apreciar el talento del
joven cantante. Decidió incorporarlo a su show en Paramount Hotel,
en el centro de la Gran Manzana. Como condición le sugirió que
cambiase de nombre. Fue entonces cuando adoptó el apodo de Tony
Bennett, creado por el mencionado comediante.
En 1950, hizo una grabación de prueba de la canción
"Boulevard
Of Broken Dreams", animado también por Bob Hope. La envió a la
disquera Columbia Records, perteneciente a CBS Corporation.
Fue contratado para suplir el espacio dejado por Frank Sinatra, por
desavenencias con la gerencia de la compañía. Quizás de allí viene
la creencia de la competencia entre estos dos extraordinarios
cantantes. "Una rivalidad" que la industria musical supo explotar
muy bien, con el correr de los años.
El gerente ordenó que el nuevo cantante interpretara un repertorio
más popular y menos jazzístico. Muy diferente del que había cantado
el barítono Frank Sinatra. Fue una idea que salió muy bien.
En ese ambiente conoció a Percy Faith, quien se convertiría en su
productor musical. Más adelante, lo ayudaría a conseguir más de
cincuenta éxitos musicales.
Con el apoyo de la discográfica, Tony Bennett comenzó su
portentosa, aunque accidentada carrera musical. Solo la
interrumpiría siete décadas después, cuando se retiró.
Género musical
Tony Bennett fue un cantante de voz suave y melodiosa, pero a la
vez potente. Estuvo entre esos intérpretes masculinos, que la
industria musical estadounidense denomina crooners. El último del
siglo XX, lo calificó la prensa al momento de reseñar su
muerte.
Entre sus primeras influencia musicales, pueden mencionarse varios
cantantes y músicos de su país. Fueron artistas e intérpretes, que
escuchó desde que era niño. Entre otros, Al Jolson, Eddie Cantor,
Judy Garland y Bing Crosby. Pero también, a jazzistas como
Louis Armstrong, Jack Teagarden y
Joe Venuti.
Con su potente y susurrante voz, además de su gran carisma,
conquistó su espacio. Llegó a millones de aficionados al pop
orquestal y al jazz vocal. Se afianzó en su distinguida figura,
realzada por sus finos modales y su elegante manera de vestir.
Con esos atributos, se presentó por décadas en los mejores
escenarios del mundo. Interpretó con igual éxito géneros musicales
como pop tradicional, easy listening o música ligera y swing.
Su instrumento vocal fue extraordinariamente rico y duradero. En
alguna ocasión se autocalificó como "un tenor que canta como un
barítono". Apalancado sobre todo en esa fortaleza, se convirtió en
un maestro en la balada.
Su repertorio estuvo basado en estándares de la música popular
estadounidense, al decir de algunos críticos. Con especial maestría
interpretó principalmente baladas y jazz. Incuso, alguna vez
experimentó con elementos sonoros y ritmos del tango.
Trayectoria y Legado
Tonny Bennett fue un cantante legendario, dicen muchos conocedores
de su trayectoria musical. Una leyenda viviente que estuvo setenta
años seguidos en la escena de la música pop y el jazz vocal. A
pesar de eso, solía decir que nunca había trabajado un día en su
vida, porque le encantaba cantar. Un verdadero artista.
No hace falta reseñar todos y cada uno de sus setenta álbumes de
estudio. Tampoco hacer una rigurosa cronología. Para conocer lo
trascendente de su obra, basta acercarse a sus discos más
impactantes.
Esos álbumes que le dieron renombre, además de un gran rédito
comercial. No obstante, en cierta ocasión dijo que más que producir
discos, le encantaba hacer canciones. Ambicionaba crear "un
catálogo de hits más que discos de hits".
De su numerosa discografía, unos diez álbumes han sido vistos por
algunos críticos como fundamentales. Una decena de títulos que
permiten entender el enorme éxito de Tonny Bennett. Discos
contentivos de la mayoría de los temas que lo llevaron a la cúspide
de la escena musical. Descontados, por supuesto, los sencillos no
incluidos en ningún álbum.
Siguiendo esa recomendación, vemos que esos diez títulos
discográficos fueron publicados en cuatro décadas y media. En los
cuarenta y cinco años que van de 1957 a 2002. Un largo período de
su trayectoria artística, que abarca las dos etapas de apogeo
musical y comercial que tuvo.
Pero antes de pasar la mirada por ese catálogo de sus discos más
exitosos, veamos su álbum debut. Y sus primeros sencillos.
"Because Of You" es el nombre de su primer disco. Fue
estrenado en 1952 con respaldo del sello discográfico Columbia
Records. Esta misma compañía lo reeditaría cuatro años después,
como parte de su colección
"House Party Series -
Columbia".
De ese disco debut, el tema homónimo le deparó a Tonny Bennett su
primer éxito en el mercado discográfico. Un sencillo del que se
vendieron más de un millón de copias.
"Cold Cold Heart" es otro de los sencillos de ese álbum
inaugural de ocho temas. Se ha dicho que gracias al sonido country
de esa pieza musical, Tonny Bennett llegó a un público más
amplio.
Los años cincuenta y de principios de los sesenta, fueron de
constante crecimiento en su carrera profesional. Resumen su primera
etapa de apogeo, según muchos críticos.
Un tema que también lo hizo muy popular fue
"Blue Velvet",
de 1951. Al parecer causó furor en muchas aficionadas adolescentes.
Algo parecido a lo sucedido con canciones de
Elvis Presley o del Frank Sinatra
joven. Esta canción volvería a estar de moda, treinta y cinco años
después. Fue en 1986, cuando se estrenó la película homónima de
David Lynch,
"Terciopelo azul".
Otro de sus grandes temas de esos años es
"Stranger In
Paradise", estrenado en 1953. Esta canción fue grabada para
promocionar
"Kismet", un musical de Broadway. Fue un éxito
que llegó hasta Reino Unido, donde ocupó el primer puesto.
En esa época su popularidad era de tal magnitud, que ofrecía siete
conciertos diarios. Tenían lugar en el Paramount Theatre de Nueva
York, entre 10:30 de la mañana y las 3 de la madrugada.
Por si no fuera suficiente, en el verano estadounidense de 1956
tuvo un programa semanal de variedades.
The Tony Bennett
Show, que fue trasmitido por el canal de televisión NBC. Lo
repitió dos años después.
De la referida alusión a sus mejores álbumes, siete fueron
publicados en esas dos décadas de auge. Vamos a verlos un poco más
de cerca.
"The Beat Of My Heart" es un disco que publicó en 1957.
Fue una clara aproximación al jazz, dicen algunos conocedores. El
resultado fue favorable, con buena acogida de público y
crítica.
Con esa propuesta, Tonny Bennett fue el primer cantante de música
popular que colaboró con Count Basie. Con este famoso director de
orquesta y pianista de jazz, publicó dos álbumes.
Salieron con los títulos de
"Basie Swings, Bennett Sings"
y
"Bennett And Basie Strike Up The Band". Fueron
estrenados, respectivamente, en 1958 y 1961. De esos trabajos
discográficos, la canción más exitosa fue
"Chicago", que
se convirtió en un clásico.
Al ser pionero en ese trabajo con una big band, Tony Bennett se
anticipó a muchos. Incluido Frank Sinatra quien, por cierto, más
adelante también grabaría el tema
"Chicago".
"I Left My Heart In San Francisco" es un álbum de estudio
que Tony Bennett estrenó en 1962. La grabación, realizada de
octubre de 1957 a enero de 1962, se hizo en Estudio CBS, en Nueva
York. Son doce canciones de música pop tradicional y jazz vocal.
Treinta y dos minutos veinte segundos, bastaron para armar esa
jazzística obra de arte.
Ese trabajo discográfico, publicado por Columbia Records, llegó al
quinto lugar en la lista de álbumes pop del Billboard
estadounidense. Consiguió certificado platino por la RIAA
(Recording Industry Association of America). Fue uno de los álbumes
más vendidos en toda la dilatada carrera musical de Tony
Bennett.
Es interesante conocer los antecedentes de ese famoso disco. En
febrero de ese mismo año 1962, Tony Bennett lanzó la canción
"I
Left My Heart In San Francisco". Fue respaldado por Columbia
Records, por supuesto. El tema salió en el lado B del sencillo
"Once Upon A Time". Se convirtió en un éxito en las listas
de música, independientemente del otro tema.
Luego, la compañía discográfica diseñó el álbum en torno a ese hit.
Incluía material que se había lanzado anteriormente en sencillos y
elementos no utilizados de sesiones anteriores. Por eso suele
decirse que el álbum fue grabado entre 1957 y 1962.
Con
"I Left My Heart In San Francisco", Tony Bennett ganó
un espacio enorme en la industria musical. Conquistó
definitivamente la escena de la música pop, dentro y fuera de su
país. Fue su primer gran éxito internacional.
Una anécdota sobre esa canción ha sido contada muchas veces, pero
mantiene el interés. La pieza fue escrita originalmente para la
cantante de ópera, Claramae Turner. Con frecuencia la usaba como
bis en sus presentaciones, pero nunca la grabó.
"I Left My Heart In San Francisco" llegó a Tony Bennett a
través de Ralph Sharon. Este pianista de jazz, arreglista y amigo
de los compositores de la canción, acompañó muchas veces a nuestro
biografiado. En una de sus giras y en camino al hotel Fairmont de
San Francisco, le mostró la composición.
Lo curioso del asunto es que no terminó allí. Antes de que Tony
Bennett la escuchara, la canción se le presentó a otro cantante
estadounidense. Se trató de Tennessee Ernie Ford, a quien Claramae
Turner sugirió a otro músico que se la llevara.
Cuenta la leyenda, que el intérprete bajó el volumen. Nunca
sabremos si llegó a arrepentirse, dado el éxito que el tema alcanzó
después. Lo que resulta muy claro, es lo que representó para Tony
Bennett. Su canción insignia. Por suerte o destino, le tocó a
él.
Ese sencillo le deparó dos premios Grammy. Grabación del Año y
Mejor Interpretación Vocal Masculina Solista. Además, quedó
inmortalizada en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. Esa
institución la considera la grabación más importante de Tonny
Bennett, en sus setenta años ininterrumpidos de oficio
discográfico. Actualmente figura entre las cien mejores de la
historia, una selección de la industria musical estadounidense.
Otros dos discos de esa primera etapa de auge, fueron publicados en
1963 y 1968. Salieron, respectivamente, con los nombres de
"I
Wanna Be Around" y
"Snowfall - The Tony Bennett Christmas
Album".
En las décadas de los setenta y ochenta, la carrera profesional de
Tony Bennett experimentó un declive. En los setenta, también
enfrentó varios importantes problemas personales. Sin embargo, se
mantuvo en la escena musical, resistiendo las nuevas tendencias en
la música.
Nunca dejó de trabajar en el estudio de grabación. Incluso en esas
esas dos décadas de poco éxito comercial para sus canciones.
El declive había empezado a mediados de los sesenta. Cambios en los
gustos musicales de muchos aficionados, obedecieron a la llamada
"invasión británica". Buena parte del público prefería a
The Beatles y, en general, la música
rock. Su carrera empezó a transitar un camino descendente, que lo
llevó al consumo desenfrenado de cocaína. Los problemas económicos
también comenzaron a causar estragos.
Fue un período en que se vio reducido a la condición de amenizador
musical, haciendo easy listening o música ligera. En ese estilo,
versionó a The Beatles.
Eso se debió a la presión que recibió del presidente de CBS
Records, Clive Davis. El ejecutivo aspiraba a que se pusiera a tono
con las nuevas tendencias musicales. Que interpretara un repertorio
más juvenil. Igual planteamiento le fue hecho a Barbra
Streissand.
Tony Bennett estuvo reacio a montarse en la muy vigorosa ola de la
música rock. No obstante, en 1970 accedió. El disco salió publicado
con el nombre de
"Tony Sings The Great Hits of Today!".
Por ese proyecto sintió un desapego tal, que se enfermó durante la
grabación. El resultado fue lamentable. El disco no convenció a
nadie.
Unos años antes, la industria del entretenimiento incluso intentó
lanzarlo como actor. En 1966 le dieron un rol de regular
importancia en la película
"The Oscar". Fue una
experiencia poco estimulante, que no quiso repetir.
En 1972, Columbia Records le rescindió el contrato. Fue la época en
que, tras su primer divorcio y nuevo matrimonio, llevó una vida
desenfrenada en Los Ángeles.
Con ese modus vivendi, las grandes disqueras le perdieron la
confianza. Luego firmó con MGM Records, pero no tuvo buenos
resultados. En poco tiempo quedó sin compañía discográfica. Eso lo
estimuló a crear el sello discográfico de su propiedad, Improv. El
proyecto duraría poco más de dos años.
Con su disquera produjo en 1975-76, dos álbumes a dúo con el
talentoso pianista Bill Evans. No fueron bien recibidos, pero años
después y hasta el presente, son considerados clásicos del
jazz.
Tres discos más grabaría con Improv, antes de la quiebra y
desaparición de la compañía. En suma, los cinco álbumes fueron poco
divulgados pero espléndidos, dicen algunos conocedores. Con el
apoyo del mencionado pianista, Tony Bennett por primera vez se dio
un gran gusto. En esos discos interpretó libremente como cantante
jazzístico.
La compañía fracasó, en opinión de algunos expertos, porque carecía
de una apropiada red de distribución. Como todos los males a veces
parecen venir juntos, también se quedó sin mánager.
En esa etapa era visto, por la industria musical estadounidense,
como una vieja gloria. Era solicitado solo para cantar en varios de
los famosos casinos de Las Vegas, en Nevada. Al igual que otras
figuras del jazz, se mudó a Reino Unido. Se marchó buscando un
mercado más receptivo, pero se equivocó.
En 1979 llegó al foso. Enfrentó un segundo divorcio y gastaba más
dinero del que podía. Una sobredosis de cocaína casi le cuesta la
vida. Sus deudas eran cuantiosas. Su mansión de Los Ángeles corrió
el riesgo de ser embargada por la Hacienda estadounidense.
No obstante, tuvo el tino de pedir ayuda a sus hijos Danny y Dae.
Estos habían formado un grupo musical que resultó fallido. Era
evidente que no tenían el talento musical de su padre. No obstante,
tenían mejor visión para los negocios.
Tonny Bennett empezó a ser representado por su hijo, Danny Bennett.
Este logró enderezar las finanzas y la carrera musical de su
progenitor. Gracias a esa buena gerencia, saldaron las deudas con
la Hacienda del país. En diciembre de 1979, el cantante hizo una
reaparición que resultó sorprendente.
A principios de los ochenta, volvió a presentarse en clubes
modestos de la ciudad de Nueva York. La intención era despegarse de
la etapa decadente, asociada a Las Vegas.
Fue el inicio de un progresivo ascenso, que se mantendría hasta el
final de su carrera musical. En diciembre de 1979, contando
cincuenta y tres años, demostró sus excelentes condiciones físicas
y vocales. Actuó como invitado de honor en una fiesta por el 40º
Aniversario de carrera profesional de Frank Sinatra.
En 1986 volvió a firmar con Columbia Records, la compañía de sus
mayores éxitos. Por recomendaciones de su mánager, empezó a
expandir su audiencia hacia las jóvenes generaciones de
aficionados.
Sin embargo, mantuvo su estilo de elegante cantante de salón y su
imagen clásica de caballero bien trajeado. Un auténtico cronner.
Con su porte de conquistador de la vieja escuela, cautivó también a
los jóvenes de las siguientes generaciones.
Con autenticidad, recomenzaba a moverse en su ambiente. No tuvo
necesidad de doblegar su atractiva y particular personalidad, ni
"adaptar" su estilo musical.
Un trabajo discográfico muy importante en esa nueva etapa, fue el
álbum
"The Art Of Excellence". Publicado en 1986, figuró
en las listas de superventas de ese año. Atrás quedaban catorce
años de fracasos comerciales.
A partir de entonces, contando con la inteligente asesoría de su
mánager, Tony Bennett hizo colaboraciones en radio y televisión.
Con esos shows, se hizo familiar para las nuevas generaciones.
Asimismo, participó en actos benéficos de pequeñas radioemisoras.
Se presentó en programas destinados a los más jovencitos. Entre
ellos, los populares
"Muppets (Los Teleñecos)". Incluso
apareció en la controversial serie de dibujos animados,
"Los
Simpson".
Pudo llegar a un público joven. Esa audiencia que desconocía a
grandes compositores estadounidenses, como George Gershwin. Oyentes
que ignoraban la tradición melódica de su país, gestada a
principios del siglo XX. Era un nicho de marcado, sin duda. Y logró
conquistarlo. Quizá sea por eso que Frank Sinatra dijo que Tony
Bennett era "el mejor cantante en el negocio". Parece cierto, supo
resistir.
Durante la década de los noventa, su carrera tomó un gran impulso.
El cantante recobró un gran espacio de la escena musical, parecido
al tuvo hasta treinta años antes.
A partir de entonces, fue muy apreciado por numerosas jóvenes
estrellas de la canción. Colaboró con muchos de ellos y, juntos,
llegaron a millones de aficionados de las nuevas generaciones.
Ese exitoso resurgimiento fue posible, según algunos críticos, por
cambios en los gustos musicales de muchos jóvenes estadounidenses.
Entonces, millones de aficionados se inclinaron por la música easy
listening y las big bands.
Esa tendencia empezó a observarse en los ochenta, con cantantes
estadounidenses de música pop como
Linda Ronstadt. Se consolidó
después con estrellas más jóvenes, como Harry Connick, Jr., Michael
Bublé o Amy Winehouse, entre otros.
Tony Bennett, completamente recuperado, entró en la década de los
noventa con una energía desbordante. Durante esos años trabajó
lleno de entusiasmo. Junto a su mánager logró un exitoso desempeño,
equiparable al que tuvo cuarenta años antes. Fue una actividad que
mantuvo por las siguiente tres décadas, hasta que se retiró.
Pensando en el mercado de jóvenes aficionados, en 1990 revisó su
viejo repertorio. Su disco
"Astoria: Portrait Of The
Artist", es una muestra de ello. El título alude al barrio
neoyorquino donde nació.
Dos años después, publicó el álbum
"Perfectly Frank", en
homenaje a Frank Sinatra. Con ese trabajo, ganó un nuevo premio
Grammy.
En 1993, ambos intérpretes cantaron a dúo el clásico tema
"New
York, New York". Ese performance musical formó parte del álbum
"Duets", de La Voz, como también se conoce a Frank
Sinatra.
Ese mismo año, también desempolvó melodías vinculadas al cantante y
presentador de televisión estadounidense, Fred Astaire. Por ese
disco homenaje, titulado
"Steppin' Out", recibió otro
premio Grammy.
En 1994 protagonizó un exitoso show en acústico, para el canal de
televisión estadounidense MTV. Contó con colaboraciones de
Elvis Costello y K.d. lang. La
grabación resultante tuvo un gran su éxito comercial y el trabajo
discográfico fue certificado con disco de platino. Conquistó el
premio Grammy, como Álbum Del Año.
Cuando le preguntaron por la novedad de un recital unplugged o en
acústico, Tony Bennett se extrañó. "¿Unplugged? Yo siempre he
actuado así", fue su inteligente respuesta.
En 1995, se enfocó en tres grandes jazzistas. Publicó
recopilaciones sobre Billie Holiday,
Duke Ellington y Louis
Armstrong.
Durante esa dédaca demostró muchas veces su vigencia. Las
constantes actuaciones y participaciones en ceremonias televisivas,
son solo un ejemplo de su actividad en la industria musical. Una
muy significativa, fue junto a
Red Hot Chili Peppers. Pero
también compartió con otras destacadas bandas musicales en
boga.
Y lo hizo sin renunciar a su estilo. En 1999 participó en el famoso
Festival de Glastonbury, al suroeste de Inglaterra. En este
certamen campestre y más bien hippy, sorprendió al actuar vestido
de un elegante e impecable traje blanco.
En esos años, disfrutaba al demostrar su dominio vocal sin trucos
tecnológicos. Muchos recitales los abría con
"Fly Me To The
Moon", cantando a capela y sin micrófono. Contaba entonces más
de setenta años y, al parecer, la cocaína no hizo estragos en su
privilegiada voz.
En ese tiempo volvió al cine, después del fiasco de mediados de los
sesenta. Empezó a hacer cameos o breves apariciones en algunas
comedias de Hollywood. Una de ellas
"Analyze This",
traducida al español como
"Una terapia peligrosa". Esa
cinta es protagonizada por Robert de Niro y Billy Crystal.
En 1999, negó que estuviera pensando en el retiro. A esa edad,
todavía ofrecía entre cien y doscientos conciertos por año. Se dice
que entonces su fortuna se estimaba entre quince y veinte millones
de dólares. Financieramente también estaba recuperado.
La mejor muestra de su vitalidad de enonces, la dio el tiempo.
Todavía estaría en la escena musical un poco más de veinte
años.
De 2002 es su álbum
"A Wonderful World", cantado a dos
voces con K.d. lang. Es su primer álbum completo con otro cantante.
Eso hizo pensar en que lanzaría discos de duetos, como lo hizo
antes Frank Sinatra. Una idea que felizmente se concretó cuatro
años más tarde.
En 2005, el famoso cantante fue galardonado con el Kennedy Center
Honor. Este es al más alto reconocimiento a artistas escénicos, que
otorga el Gobierno de Estados Unidos. Ese año, fue honrado junto a
figuras como Robert Redford y
Tina
Turner. Al acto acudió el entonces presidente estadounidense,
George Walker Bush.
Su primer disco de duetos llevó a cabo en 2006, con motivo de sus
ochenta años de vida. Con el nombre de
"Duets: An American
Classic", contó con intérpretes de talla internacional. Barbra
Streisand, Stevie Wonder o Paul McCartney, entre ellos.
Otros dos proyectos musicales, interpretados a dúo, salieron
publicados respectivamente en 2011 y 2012. Al igual que el
anterior, participaron cantantes de gran fama y merecido renombre.
Colaboraciones que resultaron memorables.
"Todos son gigantes en la industria y, de repente, me dicen: Tú
eres el maestro", dijo Tony Bennett a la prensa sobre trabajo.
Participaron en ese proyecto, Lady Gaga,
Mariah Carey,
George Michael,
Elton John y Barbra Streissand.
Asimismo,
John Mayer, K.d.
lang,
Michael Bublé y muchos
otros.
De la segunda entrega de esa serie de discos de duetos, publicada
en 2011, hacemos una mención aparte. Se trata de la colaboración
que tuvo de
Amy Winehouse.
El tema fue grabado en marzo de ese año. Casi cuatro meses más
tarde, se produjo la muerte de la joven cantante británica.
Nueve años después, el ícono neoyorquino de noventa y tres años de
edad, habló sobre ese encuentro. Lo hizo en el programa The Daily
Show, donde comentó que Amy Winehouse era consciente de su
vulnerabilidad. "Sabía que estaba en peligro, que no iba a vivir
mucho más. No se trataba de las drogas, era el alcohol. Presentía
que estaba en la recta final de su vida", comentó el cantante en
julio de 2020.
Sus duetos con famosos intérpretes de habla hispana, ampliaron
significativamente su audiencia. Entre los cantantes que
participaron, se mencionan los siguientes.
Christina Aguilera,
Gloria Estefan,
Juanes,
Alejandro Sanz,
Dani Martín y
Vicente Fernández.
Una de las situaciones públicas más polémicas que enfrentó Tony
Bennett, fue cuando se pronunció sobre el 11-S. Lo hizo diez años
después, en septiembre de 2011. En esa ocasión se manifestó en
contra de la política del entonces presidente de Estados Unidos,
George Bush. Además, habló de las causas y consecuencias de esos
atentados terroristas y la invasión a Irak.
Por esos comentarios, debió enfrentar fuertes críticas. Las rebatió
recordando sus ideas pacifistas y su experiencia en la Alemania de
la guerra. Asimismo, hizo alusión a su conocida proximidad al líder
estadounidense de la no violencia, Martin Luther King.
Su último disco fue lanzado en agosto de 2021, con el nombre de
"Love For Sale". Fue otro álbum junto a Lady Gaga. Por ese
trabajo, Tony Bennett obtuvo un récord mundial Guinness. Se
convirtió en la persona de mayor edad en lanzar un álbum con
material nuevo.
"Vaya, gracias a todos mis fanáticos", dijo Tony Bennett en un
vídeo. Expresó además su complacencia por ese récord.
La leyenda del jazz cumplió noventa y cinco años, ese mes de
agosto. Celebró su cumpleaños actuando con Lady Gaga en el Radio
City Music Hall, en Nueva York. Fue su última aparición en público.
Terminaba así una maravillosa carrera musical, en la ofreció
conciertos hasta muy avanzada edad.
Muchos años antes, había recibido diversas y numerosas
distinciones. Uno de los más importantes reconocimientos que tuvo,
fue el de la Organización de Naciones Unidas. Esta importante
institución internacional lo nombró Ciudadano del Mundo. Fue uno de
sus principales embajadores.
Con su música y su mensaje, logró conectar con un público de varias
generaciones. Algo que, al parecer, no tiene precedentes. Sus
ideales humanistas y su actitud a favor de las causas más nobles,
contribuyeron también a ese vínculo.
Tony Bennett, como hijo de inmigrantes, alcanzó el Gran Sueño
Americano. Quizás por eso mismo, nunca olvidó de dónde venía.
Siempre colaboró para que muchos otros también pudieran hacer
realidad sus sueños.
Vida Personal
Tony Bennett se casó tres veces. En 1952 contrajo matrimonio con
Patricia Beech, una de sus fanes. De esa unión nacieron dos hijos,
Danny y Daegal, este también llamado Dae. La pareja se divorció en
1971.
Ese mismo año se casó con Sandra Grant, con quien tuvo dos hijas,
Joanna y Antonia. En los primeros tiempos de ese matrimonio, se
mudó a la conocida ciudad estadounidense de Los Ángeles. Fue una
época en la que se entregó a la vida disoluta. Eran frecuentes las
fiestas donde abundaba la cocaína. En 2007, esa relación también
terminó en divorcio.
Su tercer matrimonio fue con Susan Crow. Para ese momento, el
cantante tenía ochenta y un años de edad.
En 2016, fue diagnosticado con alzhéimer. Continuó en la escena
musical por cinco años más, animado por su equipo de neurólogos.
Cuando se retiró, siguió cantando y tocando música en casa, para
estimular su cerebro.
Muerte
Tony Bennett murió en Nueva York, el viernes 21 de julio de 2023.
En un comunicado, su familia afirmó que hasta el final siguió
cantando.
Ha fallecido el último de los crooners, titularon importantes
medios de comunicación de todo el mundo.
Muchos artistas y organizaciones musicales internacionales,
lamentaron su partida.
La NEA Jazz Master (National Endowment for the Arts Statement),
publicó un comunicado. Comenzó expresando la tristeza de la
organización, por el fallecimiento del célebre artista. Además,
reseñó los hitos más importantes de la carrera musical de Tonny
Bennett.
Nadie puede saber hasta dónde hubiera llegado como pintor. Pero en
la música, Tony Bennett alcanzó la cima de la escena jazzística y
del pop orquestal. Se ubicó entre los diez cantantes más
importantes de su época.
Fue uno de esos artistas que están en el "negocio", para deleitar a
otros. Con su música y su talentosa vida de cantante, alegró a
millones de personas. Por si no fuera suficiente, su personalidad
pacifista dejó un mensaje que debería llegar y ayudar a todos.
Su capacidad para la supervivencia, fue una de sus mayores
virtudes. "Si eres diferente, resistes", dijo alguna vez. Tenía
razón.
Hablar sobre su vida, es recoger historias, canciones y
colaboraciones que solo suceden en una leyenda musical. La última
gran voz del pop tradicional, desde los cincuenta, se apagó para
siempre en julio de 2023. Afortunadamente, nos quedan sus discos y
sus vídeos. Su música.