Biografía de El Gran Combo de Puerto Rico
El Gran Combo de Puerto Rico es una de esas
agrupaciones musicales legendarias. Sin lugar a dudas, es la
orquesta de salsa más longeva y relevante de todos los tiempos. Se
distingue por la calidad de su sonido y su particular estilo dentro
de la música popular bailable. Un estilo único, que ha sabido
preservar a través de una trayectoria de más de sesenta años.
A diferencia de otras orquestas decanas de la música bailable
latino-caribeña, continúa bajo la batuta de su director fundador.
Se trata del músico arreglista, compositor y pianista
puertorriqueño, Rafael Ithier Natal. Cercano al siglo de vida,
todavía se mantiene al frente de la agrupación, de la que también
es propietario.
Conocida también como
La Universidad de la Salsa,
es la agrupación salsera más exitosa del Caribe. Muchos renombrados
intérpretes de salsa, fueron parte de
Los Mulatos del
Sabor, otro apodo que ha recibido.
A través de todos estos años, muchas de sus canciones se han
convertido en éxitos. Como no recordar
"Azuquita pa´ el café",
"Falsaria", "Un verano en Nueva York" o
"Eliminación de
los feos". Asimismo,
"Gotas de lluvia", "La muerte", "La
fiesta de pilito" y
"No hay cama pa’ tanta gente".
Pero también,
"Las hojas blancas", "Y no hago más na’", "Mujer
celosa" o
"Me liberé", entre tantas otras.
¿Qué pasará con El Gran Combo de Puerto Rico, cuando su director
fundador ya no esté? Quizás se divida, como han hecho otras decanas
agrupaciones latinoamericanas de música popular bailable. O tal vez
ya todo esté arreglado, musical y legalmente, para poder continuar.
No lo sabemos.
Lo que sí se conoce, desde hace mucho tiempo, es su legado. Ha sido
para muchos, cantantes, músicos y fanáticos, una verdadera
Universidad de la Salsa.
Inicios de El Gran Combo de Puerto Rico en la Música
El Gran Combo de Puerto Rico, fundado bajo la dirección de Rafael
Ithier, debutó el 26 de mayo de 1962. Sobre esa fecha no hay dudas,
es un dato que coincide en todas las fuentes consultadas. Ese
primer show fue en Bayamón, a unos diecisiete kilómetros de la
capital boricua. Tuvo lugar dos días después de haberse presentado
en un programa de radio.
Todo empezó cuando varios músicos, de la agrupación Rafael Cortijo
y su Combo, decidieron montar tienda aparte. Disgustados con ese
director, deseaban formar otro conjunto musical. Entre otros,
estaba el pianista y músico arreglista, Rafael Ithier, a quien
nombraron director. A ese nuevo grupo lo bautizaron como El Gran
Combo.
Los primeros tiempos no fueron tan fáciles como hubiesen querido
sus integrantes. El director y varios de los músicos se habían
fogueado con la orquesta de Rafael Cortijo. En el primer disco
grabado, no lograron un sonido propio.
La propuesta musical que presentaron, se parecía mucho a la de la
agrupación que les dio origen. Además, el público no estuvo de
acuerdo con esa separación. Sin embargo, consiguieron salir
adelante y conquistaron el corazón de un número cada vez mayor de
aficionados. Esos y otros detalles, los veremos en el siguiente
apartado.
Género musical
El Gran Combo de Puerto Rico ha demostrado gran versatilidad para
interpretar diversos géneros de música bailable. En particular la
afrocaribeña y tropical, pero también de otras regiones del
continente.
En sus canciones se nota el dominio que tiene de ritmos como bomba,
guaracha, merengue, boogaloo, jala-jala o bolero. Pero también del
tango. Y, por supuesto, de la salsa, género musical en el que ha
conseguido sus mayores éxitos.
Trayectoria y Legado
El Gran Combo de Puerto Rico llegó a la escena de la música
bailable, hace más de sesena años. En todo este tiempo, su
actividad en el mundo del entretenimiento musical no ha cesado.
Como toda agrupación de larga data, ha tenido sus altas y sus
bajas, siendo más aquellas que estas.
Ha sabido asimilar la salida y la entrada de muchos músicos y de
varios cantantes. Asimismo, ha experimentado cambios inevitables y
ha propiciado otros, sin perder su esencia. Tiene un espacio bien
ganado en el público bailador de música tropical, dentro y fuera de
Puerto Rico.
Son cerca de sesenta discos los que ha publicado hasta ahora, sin
contar unos treinta recopilatorios. Innumerables las apariciones en
trabajos discográficos de otras agrupaciones o intérpretes.
Superando las vicisitudes, ha logrado mantenerse en el gusto de los
aficionados.
La diferencia con otras decanas orquestas latinoamericanas de
música bailable afroantillana, ha estado en la dirección que ha
tenido. Su fundador ha logrado permanecer al frente de la
agrupación, por más de sesenta años. El grupo ha estado bajo su
égida, sin resquebrajamientos o disputas internas. Ha sabido
imponer su visión, para complacer a muchos aficionados a la música
popular bailable. Definitivamente, Roberto Ithier ha sido pieza
clave en los logros de El Gran Combo de Puerto Rico.
Alguien ha dicho que el el secreto de la dilatada y exitosa carrera
del grupo, está en la amplitud del repertorio. Asimismo, en lo
chispeante de sus coreografías, el carisma de sus integrantes y en
la incorporación de canciones jocosas. Temas que recogen
narraciones cotidianas, con el principal propósito de entretener,
divertir y poner a bailar a la gente.
En 2017, cuando el grupo celebró su cincuenta y cinco aniversario,
el director fundador respondió una crucial interrogante. Se le
preguntó cuál era el secreto de la larga vida de la agrupación.
Roberto Ithier, entonces de noventa y un años de edad, expresó lo
siguiente.
"Sobrevivimos porque representamos la música de una nación que es
rica por su herencia cultural. Por eso la salsa es y será siempre
música afroantillana, porque esto es derivado de África, ahí empezó
todo, allí esta nuestra raíz".
De la numerosa discografía de El Gran Combo de Puerto Rico, los
años sesenta y noventa fueron los más prolíficos. Durante la década
inicial, después de algunos tropiezos, se vieron compelidos a
publicar discos. Veamos algunos detalles.
Poco tiempo después de la fundación del grupo, se incorporaron
Roberto Roena y
Andy
Montañez. Con esos integrantes, El Gran Combo de Puerto Rico se
reforzó y comenzó a cobrar auge. Entró de lleno en la televisión,
un medio de comunicación desde el que ganó gran proyección. Lo hizo
con tanto éxito, que fue primer conjunto musical boricua en dominar
ese ambiente televisivo.
Por siete años consecutivos, el grupo mantuvo una presencia
constante en esos espacios públicos. A diario estaba en emisoras de
radio, además de estar presente en doce programas de televisión a
la semana. El Gran Combo de Puerto Rico se convirtió en la gran
sensación musical de la isla. Por esos años, su propuesta musical
influyó en el desarrollo de la música popular boricua.
Durante toda esa década, grabaron con el sello discográfico Gema
Records. En 1962 produjeron su primer disco,
"Menéame los
mangos", con la participación del cantante dominicano Joseíto
Mateo. La respuesta del público no fue favorable. Al parecer,
muchos aficionados reprobaban la salida de esos músicos de Rafael
Cortijo y su Combo. Adicionalmente, haber incorporado a un cantante
extranjero no resultó popular, a pesar de su talento.
Con algunos cambios, el grupo se enfiló hacia su segundo trabajo
discográfico, que fue publicado al año siguiente. Salió con el
nombre
"El Gran de siempre", respaldo por la misma
disquera, como todos los de esa década. Contó con Pellín Rodríguez
y Andy Montañez, como voces líderes.
Ese segundo álbum fue un éxito. Igual resultado tendrían los otros
discos de esos años sesenta. Fue un período casi frenético, que
llevó al grupo a la sobreexposición televisiva, como opinan algunos
críticos. Un disco tras otro, para un total de dieciocho álbumes,
incluidos varios recopilatorios.
De las grabaciones en estudio, fueron especialmente exitosas las
siguientes.
"Acángana" (1963),
"Ojos chinos - Jala
jala" (1964),
"El caballo pelotero" (1964) y
"El
swing del Gran Combo" (1965). Asimismo,
"Maldito callo",
"Esos ojitos negros", "Boogaloo con El Gran Combo" y
"Tú
querías boogaloo", todos de 1967.
Mención aparte merece
"Acángana", un álbum con doce temas
que salió en septiembre de 1963. La canción homónima fue
exitosísima. La agrupación se hizo sentir en los principales
escenarios musicales neoyorquinos, donde había una numerosa
comunidad de puertorriqueños. El tema alcanzó el primer puesto en
Nueva York y en Panamá, antes que en Puerto Rico. Con ese hit, El
Gran Combo obtuvo su primer disco de oro.
Ese tercer disco le permitió al grupo encontrar su identidad
musical, dicen algunos conocedores. Habiéndose estabilizado la
alineación, el director y arreglista Rafael Ithier empezó a
realizar algunas modificaciones musicales. Asimismo, puso énfasis
en los temas jocosos, siempre atento al gusto de los aficionados a
la música popular bailable. Se ha dicho también que, desde
entonces, Pellín Rodríguez y Andy Montañez se acoplaron más como
dúo. Lograron armonizar sus voces.
Los sesenta fueron años de mucho trabajo, de numerosos y
significativos éxitos para la agrupación. Sin embargo, para finales
de la década, el grupo parecía agorado. En 1969, se cancelaron
todas sus presentaciones en radio y televisión. Adicionalmente, la
discográfica Gemma Records, les rescindió el contrato. Las
solicitudes para espectáculos públicos bajaron
considerablemente.
Fue la primera crisis importante para El Gran Combo de Puerto Rico.
Algunos integrantes optaron por retirarse. Roberto Roena y Elías
Lopés, entre ellos. Por si no era suficiente, el mercado musical se
tornó más competitivo. Aparecieron varias orquestas de sonido
afroantillano, impulsadas desde la ciudad de Nueva York.
Preparándose para los años setenta
En lo sucesivo, esas agrupaciones influyeron de manera determinante
en el curso de la música popular bailable. La salsa, por ejemplo,
aparecía con fuerza dentro de la movida urbana latino-caribeña.
Este movimiento musical, impulsado por la empresa Fania Records,
representó un enorme reto para muchos. Impuso nuevos desafíos para
varias orquestas que parecían consolidadas, como El Gran Combo de
Puerto Rico. Ese era el panorama que tenía, de cara a la década de
los setenta.
Son doce los discos que publicó El Gran Combo de Puerto Rico,
durante los años setenta. Ese número incluye varios recopilatorios.
Veamos algunos aspectos significativos de esos años.
La Universidad de la Salsa, como también empezaron a llamarse,
logró salir airosa de la dura competencia. El talento del músico
arreglista y director, una vez más fue determinante. El famoso
bailarín Mike Ramos, sustituto de Roberto Roena, realizó nuevas
coreografías que fueron un aporte.
Adicionalmente, el grupo creó un sello discográfico de su
propiedad, con el nombre de EGC Records. Era una vía idónea para
publicar sus trabajos musicales y mantenerse en la escena
artística. Parte del financiamiento de ese proyecto, vino de la
hipoteca que Andy Monañez hizo de su casa.
Con el nuevo sello discográfico, salieron diez de los doce discos
de esa época. El álbum inicial de esos años, titulado
"Estamos
primero", fue publicado en 1970. El año siguiente hubo una
importante modificación musical, con la incorporación del trombón.
Este fue un experimento que resultó exitoso y ese instrumento se
quedó para siempre. Fue influencia para otras agrupaciones de
música bailable.
"De punta a punta", de 1971, es el disco que inaugura ese
sonido nuevo, matizado con el trombón. Otro álbum fue estrenado un
año después con el nombre de
"Boleros románticos". Esas
dos producciones discográficas fueron realizadas con gran calidad
musical. Sin embargo, no tuvieron los números comerciales que se
esperaban.
Sin desanimarse por esos resultados, El Gran Combo de Puerto Rico
siguió adelante. Tres discos salieron casi de inmediato.
"Por
el libro", también de 1972, más dos del año siguiente:
"En
acción" y
"Número 5". En esos albúmenes hay canciones
que reconectaron al grupo con su público.
Fueron temas como
"Las hojas blancas", "El barbero loco",
"Guaguancó de El Gran Combo" y
"Julia". Pero de
manera muy especial, por su éxito comercial,
"Los zapatos de
Manacho". La agrupación volvió a estar en la cima de la música
afroantillana bailable.
El éxito que de nuevo volvían a experimentar, se vio amenazado por
la salida del cantante Pellín Rodríguez. Se marchó ese mismo año de
1973, para emprender como solista. Fue reemplazado inicialmente por
Marcos Montañez, hermano menor de Andy Montañez.
El sustituto definitivo fue el vocalista y sonero Charlie Aponte.
Esta selección fue un gran acierto, según algunos críticos.
Intérprete de voz espléndida, resultó un integrante entusiasta y
disciplinado.
A partir de entonces, la agrupación comenzó a brillar como una de
las instituciones salseras más importantes. Se le reconocía
ampliamente, dentro y fuera de Puerto Rico. Los siguientes discos,
consolidaron esa apreciación. Salieron con los nombres que se
mencionan a continuación.
"Disfrútelo hasta el cabo"
(1974),
"Número 7" (1975),
"Los sorullos" (1975)
y
"Mejor que nunca" (1976).
Para ese entonces, el grupo había regresado al gran sitial que tuvo
durante la década anterior. Volvía a estar entre los preferidos de
los aficionados a la música bailable afroantillana. No obstante,
pronto debió afrontar otra fuerte amenaza, con la salida de Andy
Montañez. Este singular cantante, apodado también como Niño de
Trastalleres, aceptó una muy atractiva oferta musical. Grabaría
como solista y, a su vez, sería parte de la plantilla de la
orquesta venezolana,
Dimensión Latina.
Esa salida afectó emocionalmente a la mayoría de los integrantes
del grupo. No podían creer que fuera posible, más cuando Andy
Montañez era visto como el "hijo mayor" de Rafael Ithier. Sin
embargo, poco a poco ese malestar empezó a transformarse en
aliento, perseverancia y ganas de continuar. Parecía claro que el
proyecto musical siempre había estado por encima de cualquiera de
sus integrantes.
Jerry Rivas, quien fue seleccionado para sustituir a Andy Montañez,
asumió un gran reto. Lo pudo cumplir a cabalidad gracias a la
fuerza melódica de su voz, según algunos críticos. Ya para abril de
1977, comenzó a conquistar a muchos admiradores del grupo. Su
interpretación del tema
"Buscando ambiente", del álbum
"Internacional", publicado en 1977, fue un éxito. Otro
tanto ocurrió con
"La clave y el bongó", incluido en el
disco
"En Las Vegas", de 1978. Este álbum fue la última
producción discográfica del grupo con el sello EGC.
Hacia la década de los ochenta
El Gran Combo de Puerto Rico inició la década de los ochenta,
lanzando un disco grabado en 1979. Se trató del álbum
"Aquí no
se sienta nadie". Este trabajo discográfico es visto por
muchos como la producción más exitosa, de la carrera musical de la
agrupación. Con ese disco comenzó una relación comercial con la
compañía Combo Records, con la que trabajaría muchos años más.
El álbum fue un éxito rotundo en Puerto Rico. Se ha dicho, incluso,
que le ganó a la propuesta salsera neoyorquina, que entonces
reinaba en las radioemisoras boricuas. También en el mercado
discográfico de la isla.
Fue el primer trabajo de la agrupación en el que todos los temas
resultaron hits. Las canciones son las que se mencionan
seguidamente.
"Más feo que yo", "Así son", "Celos de mi
Compay", "Adela", "Nido de amor", "Brujería", "Oprobio" y
"Mujer boricua".
Como consecuencia de ese triunfo, se incrementaron notablemente las
presentaciones del grupo. Llevaron a cabo un gran número de
espectáculos en vivo, dentro y fuera de Puerto Rico.
Dos discos de los primeros años de esa década,
"Unity"
(1980) y
"Happy Days" (1981), produjeron nuevos éxitos.
Como no mencionar los siguientes temas.
"Compañera mía", "Te
regalo el corazón", "Pico pico", "A la reina", "El menú" y
"Timbalero".
A comienzos de esa década, también celebraron sus primeros veinte
años en la escena musical. Una de las actividades para festejar,
fue el lanzamiento en 1981 del compilatorio
"Nuestro
aniversario".
En ese disco celebratorio reeditaron varios de sus temas más
relevantes, hasta el momento. El álbum incluyó piezas con arreglos
frescos y rejuvenecidos, en las voces de Charlie Aponte y Jerry
Rivas.
Entre otros álbumes de esos años ochenta, se menciona
"La
universidad de la salsa" (1983). Este produjo varios grandes
temas.
"Mujer celosa", "Pordiosero", "Y no hago más na’",
"Las hojas blancas" y
"Bomba de Puerto Rico", entre
ellos.
El Gran Combo de Puerto Rico lanzó otros seis discos de estudio, en
los restantes años de la década. Un compilatorio salió en 1987, con
motivo de la celebración de su vigésimo quinto aniversario de
carrera musical.
"Breaking The Ice" e
"Innovations", son álbumes
publicados, respectivamente, en 1984 y 1985. De este último año es
también el disco
"Nuestra música", que sorprendió
gratamente a los aficionados a la agrupación.
Se trató de un proyecto que rescató el espíritu navideño del grupo,
con melodías de aires festivos. Fueron los temas de moda de esa
Navidad. Canciones como
"La fiesta de Pilito", "El arbolito",
"Desenfunda" o "El jíbaro listo", pertenecen a ese exitoso
disco. Asimismo,
"El alma de la fiesta", "Asalto navideño"
y
"Cosas del campo".
Mención especial se hace de la canción
"No hay cama pa’ tanta
gente", de ese mismo álbum. Esta pasó a ser una de las piezas
musicales más representativas, de toda la historia musical del
grupo.
Hacia 1987, la industria discográfica salsera comenzó a sufrir
cambios significativos. Hubo alteraciones de las escalas de la
producción, además de nuevos avances tecnológicos. Asimismo, empezó
a experimentarse una modificación en el gusto de muchos aficionados
a la salsa. Este género musical mostró una caída de audiencia.
La industria musical tomó cartas en el asunto, promoviendo la
llamada salsa romántica, monga o erótica. Canciones con temas más
dirigidos al amor de pareja, con un ritmo musical más lento. Un
género que, por unos años, pasó a dominar la escena de la salsa.
Muchos de los salseros "viejos" fueron desplazados.
El Gran Combo de Puerto Rico le salió al paso a esa moda, con una
propuesta novedosa. En su disco
"Romántico y sabroso", de
1988, presentó un sonido ligeramente distinto. En temas como
"Quince años", "Potro amarra’o" y
"Cupido", se
midió frente a otras fórmulas salseras, más estilizadas. Estas
contenían arreglos más suaves, con intérpretes muy jóvenes. Según
algunos críticos, esos intérpretes daban la imagen de un "baladista
rítmico refinado".
Ante esa situación, Rafael Ithier optó por matizar el sonido de su
agrupación. Para ello contó con algunos jóvenes arreglistas, como
Ernesto Sánchez, Louis García y Tommy Villariny.
Con el impulso y la destreza técnica de esos músicos, pensaba
reinventar el sonido de su orquesta. Un cambio leve, que no
alteraría significativamente la esencia de la música afroantillana
que caracterizaba al grupo.
Persiguiendo ese propósito, El Gran Combo de Puerto Rico lanzó en
1989 el disco
"¡Ámame!" . Este trabajo discográfico
compaginó con el "nuevo" gusto salsero, gracias al tema homónimo y
a la canción
"Aguacero".
Los últimos diez años del siglo XX
El Gran Combo de Puerto Rico entró en los noventa, siguiendo en lo
posible la moda de la salsa romántica.
"Latin-up", de
1990, es el álbum más desacertado del grupo, según algunos
críticos.
Después de ese resultado, el director fundador tomó de nuevo las
riendas de los arreglos musicales. En adelante, no los cedería a
otros músicos. Siguió adelante, sin apartarse de las tendencias del
mercado, ni del gusto de los consumidores salseros de la época.
Con esa base, en 1991 lanzó un nuevo álbum con el nombre de
"Erupción". El resultado fue muy exitoso. Ese trabajo
recuperó, al decir de algunos, la fuerza y la esencia rítmica de la
agrupación.
"Agua pasada", "Gotitas" y
"Trinchera", fueron
sus primeras canciones exitosas de los noventa. El último de esos
temas, hace referencia a los soldados puertorriqueños que fueron
llevados a combatir en la guerra que Estados Unidos emprendió
contra Irak.
El disco celebratorio por los treinta años de carrera musical,
salió en 1992. Llevó por nombre
"Gracias, 30 años de
sabor". Se complementó con el lanzamiento de tres volúmenes de
viejos éxitos, en formato original.
Otros álbumes de la década fueron
"First Class
International" (1993) y
"La ruta del sabor" (1994).
Asimismo,
"Para todos los gustos" y
"Juntos de nuevo
con… Andy Montañez", ambos de 1995. Pero también,
"Por
todo lo alto" y
"Pasaporte musical", de 1996 y 1998,
respectivamente.
En esos años se observó una disminución del grupo en las
radioemisoras y espectáculos públicos. Sin embargo, mantuvo su
fuerza rítmica y la aceptación del público salsero. El motivo se
atribuye al comportamiento del mercado musical, no a la calidad de
la música de la agrupación.
Sin embargo, su disco
"Pasaporte musical", publicado en
1998 con el sello Combo Records, produjo un exitazo. Se trató del
tema
"Que me lo den en vida", que sonó muchísimo durante
ese período, dentro y fuera de Boriquén. Todavía, más de
veinticinco años después, goza de las preferencias de muchos
salseros, "viejos y nuevos".
En esa década de los noventa, El Gran Combo de Puerto Rico se
consolidó en varios mercados internacionales. Su música se hizo más
presente en varios países de Europa, Centro y Suramérica. También
en muchas zonas de Estados Unidos.
Cierto es que su música disminuyó en muchas radioemisoras boricuas.
Quizás por el ascenso del reguetón y de otros géneros de la llamada
música urbana contemporánea. No obstante, fue el período en que
logró más proyección internacional. Lo lograron con mayor fuerza en
los noventa, aunque siempre tuvieron una importante agenda de
trabajo fuera de Borinquén.
En el nuevo siglo
El Gran Combo de Puerto Rico ha lanzado ocho álbumes, en lo que va
del nuevo siglo. Tres de ellos recopilatorios, para celebrar sus
cuarenta, cincuenta y cincuenta y cinco años de carrera musical.
Salieron, respectivamente, en 2002, 2013 y 2017.
Con el nuevo milenio, la salsa parecía que estaba quedando atrás.
El auge inusitado del reguetón y otros géneros de música urbana
contemporánea, daban para pensar eso y más. No obstante, el público
salsero lo ha vivido de manera diferente. También El Gran Combo de
Puerto Rico. Su producción musical y sus espectáculos en vivo,
siguen siendo del agrado de muchos aficionados.
"Nuevo milenio, mismo sabor", es un disco que el grupo
publicó en 2001. Un año después, lanzó el recopilatorio
"40
años en vivo". En edición especial, recoge los pormenores de
la fiesta por las cuatro décadas en la escena musical. Incluye la
grabación del gran concierto celebrado en el coliseo Rubén
Rodríguez, en Bayamón. Otro álbum celebratorio salió publicado
también en 2002, con el nombre de
"Los 40 de El Gran
Combo". El año siguiente, este álbum ganó un premio Grammy
Latino, en la categoría Disco Tropical.
Otro hecho importante ocurrió también en ese año. Finalizó su
contrato con el sello Combo Records, con el que había estado por
mucho tiempo. El Gran Combo de Puerto Rico grabó con esa firma,
cerca de veinte discos de larga duración.
Más adelante se unió a Sony Discos. Fue la primera vez que firmaba
un acuerdo comercial con una disquera multinacional. Su álbum
"Aquí estamos y de verdad", publicado en 2004, fue
respaldado por esa compañía. De ese trabajo discográfico son los
temas
"El matrimonio" y
"Mi gorda bonita", únicos
dos éxitos del disco.
Dos años más tarde, el director fundador dejó el piano, que tocaba
desde el inicio. Pasó a dirigir desde el frente de la orquesta. En
su lugar entró Willie Sotelo, un pianista de vasta experiencia con
otras orquestas de salsa.
La sustitución se dio durante una gira de conciertos por Canadá y
Nueva York. A la presentación del 26 abril de 2006, el maestro
Rafael Ithier no pudo asistir por motivos de salud. El conocido
director, entonces cercano a los ochenta años de edad, quedó
complacido con la ejecución del nuevo pianista. Desde ese momento
solo de vez en cuando toca el piano, dirigiendo desde el frente de
la orquesta.
Ese mismo año, fue publicado el disco
"Arroz con
habichuelas". Los que pensaban que la salsa estaba en
retirada, se encontraron con una tremenda sorpresa. Todos los temas
de esa producción musical resultaron grandes éxitos comerciales.
"Si la ves por ahí", "Te veo, nena", "No hay manera", "Arroz
con habichuelas" y
"Esa mujer". Asimismo,
"Como
tiembla el alma", "Yo no mendigo amor", "Piénsalo", "No te detengas
a pensar" y
"No sé qué".
Con ese disco, el grupo demostró su plena vigencia. Acercándose a
los cuarenta y cinco años de trayectoria musical, marcó un nuevo
hito. En la historia de la salsa, se colocó como la agrupación más
solicitada de ese género musical. Se situó por encima de las
orquestas salseras, de todos los tiempos.
El Gran Combo de Puerto Rico logró varias e importantes
distinciones con ese trabajo discográfico. En 2007, el disco le
deparó otro Grammy Latino, en la categoría Mejor Álbum De Salsa.
También se hicieron acreedores de un Premio Lo Nuestro.
En 2010, la agrupación recibió un homenaje en su querida isla de
Borinquén.
"Salsa: Un Homenaje a El Gran Combo", es un CD
editado ese año por el Banco Popular de Puerto Rico. El disco
incluye veintiuno de sus grandes éxitos.
Algunos temas son interpretados por la agrupación, mientras otros
son cantados por famosos salseros boricuas. Entre otros,
Gilberto Santa Rosa,
La India,
Tito Rojas,
Ismael Miranda y
Willie Colón. Ese proyecto fue un
rotundo éxito comercial. El grupo se hizo también con algunos otros
importantes premios de la industria musical.
Otros dos álbumes fueron estrenados más adelante. Salieron con los
nombres de
"Sin salsa no hay paraíso" (2010) y
"Alunizando" (2016). Al igual que en casi todos sus
trabajos discográficos, esas producciones contienen canciones con
temas variados. Llevan su toque de jocosidad, reflexión social y
algunas alusiones al amor y el desamor.
Los cincuenta años de la agrupación fueron celebrados por todo lo
alto. Realizaron una gira mundial, con shows en los cinco
continentes. Se presentaron en escenarios lejanos, ante un público
no siempre hispanohablante.
Cantaron en países como Rusia, China, Australia y Japón. También en
algunas naciones de África, en toda América y en buena parte de
Europa. Esos espectáculos, siempre a casa llena, dieron cuenta de
su éxito.
El álbum
"El Gran Combo de Puerto Rico 50 Aniversario Vol.
1", destinado a coleccionistas, rompió récord de ventas. Fue
publicado en CD. También en formato de vinyl, con la pasta color
dorado y doble portada. Se agotó en menos de un mes.
Para 2020, la ya legendaria agrupación presentó su disco
"En
cuarentena". Fue lanzado en abril de ese año, con el sello
discográfico Rima Music. La grabación se realizó durante el pico
más alto de la pandemia por Covid-19. De allí el título.
La celebración de los sesenta años del grupo se vio empañada por la
muerte del pianista Willie Sotelo. Este falleció el 3 de junio de
2022, al perder su lucha contra el cáncer. En ese momento, el grupo
se encontraba de gira por sus seis décadas en la escena
musical.
El maestro Willie Sotelo estuvo tocando el piano desde 2006, cuando
reemplazó al director fundador de la agrupación. Más adelante,
también asumió la dirección musical de la orquesta. Era un fuerte
candidato para sustituir a Rafael Ithier, según lo planificado por
el propio maestro.
Con la entrada del pianista José "Lenni" Prieto, El Gran Combo de
Puerto Rico ha seguido adelante. Al frente continúa su director
fundador, el maestro Rafael Ithier.
Más de sesenta años después, El Gran Combo de Puerto Rico continua
vigente con el estilo que lo caracteriza. Fieles a su identidad
musical salsera, siguen llevando su música a millones de
aficionados en todo el mundo.
Integrantes
Rafael Ithier Natal, pianista, músico arreglista y director
fundador. 1962 – presente. Nació en Río Piedras, a unos dieciocho
kilómetros de San Juan, Puerto Rico, el 29 de agosto de 1926. Tuvo
como padres a Nicolás "Macaco" Ithier y a Mérida Natal. Sus
progenitores conformaban una familia humilde, proveniente de
Mayagüez, en la costa oeste de la isla.
No tuvo educación musical, de manera formal. Sin embargo, su
sensibilidad y su talento le permitieron captar la esencia de la
música popular puertorriqueña. Al componer sus arreglos, ha
interpretado el sentir y las raíces musicales de su pueblo.
Tuvo el acierto y la visión para seleccionar a cantantes y músicos.
También para hacer los arreglos y los cambios que el conjunto
necesitaba en un momento dado. Se retiró del piano en 2006, casi a
los ochenta años de edad. Desde entonces sigue dirigiendo desde el
frente de la agrupación. Un músico de extraordinario talento, con
una vida plena y cercana ya al siglo de existencia.
Otros integrantes actuales
Jerry Rivas, vocalista. 1977 – presente.
Anthony García, vocalista. 2015 – presente.
Joselito Hernández, vocalista. 2017 – presente.
Freddie Miranda, saxofón y dirección musical. 1980 – presente.
Josué Urbina, saxofón. 2021 – presente.
Luis "Taty" Maldonado, trompeta. 1970 – presente. Después del
director, es el integrante con mayor tiempo en el grupo.
Carlos M. Vargas, trompeta. 2016 – presente.
Moisés Nogueras, trombón. 1991 – presente.
Freddy Rivera, bajo. 1989 – presente.
Domingo "Cuqui" Santos, timbal. 1988 – presente.
Miguel "Pollo" Torres, conga. 1979 – presente.
Richie Bastar – bongó. 1999 – presente.
José "Lenni" Prieto, piano. 2022 – presente.
Fueron parte de El Gran Combo de Puerto Rico
Cantantes
"Chiqui" Rivera, 1962. Fallecido.
Joseíto Mateo, 1962 – 1963. Fallecido.
Pedro "Pellín" Rodríguez de Gracia, 1962 – 1973. Fallecido.
Andy Montañez, 1962 – 1976.
Marcos Montañez, 1973. Fallecido.
Mike Ramos, corista y coreógrafo. 1970-1979.
Charlie Aponte. 1973 – 2015.
Luis "Papo" Rosario. 1980 – 2019.
Percusión
Roberto Roena, bongó, coros. 1963 – 1969. Fallecido.
Milton Correa, timbal. 1962 – 1970.
Mike "Malaret" Marrero, timbal. 1970 – 1978. Fallecido.
Edgardo Morales, timbal. 1978 – 1988. Fallecido.
Martín Quiñones, conga. 1962 – 1977. Fallecido.
Martín Quiñones, Jr., conga. 1977 – 1978.
Gabriel "Baby" Serrano, bongó. 1969 – 1984. Fallecido.
José Miguel "Mitchel" Laboy, bongó. 1984 – 1999. Fallecido.
Bajo
Miguel Cruz. 1962 – 1975. Fallecido.
Fernando Pérez. 1975 – 1989.
Piano
Willie Sotelo. 2006 – 2022. Fallecido.
Trompeta
Rogelio "Kito" Vélez. 1962 – 1964. Fallecido.
Víctor Pérez. 1962 – 1968.
Elías Lopés. 1964 – 1969. Fallecido.
Mike Torres. 1969 –1970.
Edwin Cortés. 1969 – 1970.
Tommy Sánchez. 1970.
Gerardo "Grillo" Cruz. 1970 – 1979. Fallecido.
Edwin González. 1979.
Nelson Feliciano. 1979 – 1980.
Víctor "Cano" Rodríguez.1980 – 2015. Fallecido.
Trombón
Epifanio "Fanny" Ceballos. 1971 – 1991. Fallecido.
Toñito Vázquez. 1991.
Saxofón
Héctor Santos. 1962 –1969.
José Duchesne. 1969 – 1980. Fallecido.
Eddie "La Bala" Pérez. 1962 – 2012. Fallecido.
Virgil Rivera. 2009 – 2021.
¿Qué pasará con El Gran Combo de Puerto Rico, cuando su director
fundador ya no esté? Quizás se divida, como han hecho otras decanas
agrupaciones latinoamericanas de música popular bailable. O tal vez
ya todo esté arreglado, musical y legalmente, para poder continuar.
No lo sabemos.
Lo que sí se conoce, desde hace mucho tiempo, es su legado. Ha sido
para muchos, cantantes, músicos y fanáticos, una verdadera
Universidad de la Salsa. Bajo la batuta del maestro Rafael Ithier,
esta agrupación se ha destacado desde siempre. Ha tenido la
capacidad para hacer una música del gusto del público aficionado a
distintos ritmos afroantillanos.
Gracias a su sonido, muchos partidarios de la salsa la han pasado
de maravilla. Por los cinco continentes están los que bailan,
cantan o simplemente escuchan los temas de Los Mulatos de Sabor.