¿Quién es Nelly Furtado?
La carrera de Furtado comienza a sus 18 primaveras, cuando se presenta a un concurso de nuevos talentos en Toronto, donde abundaban las cantantes negras. Allí encuentra a su actual manager, que también representa a los Philosopher Kings, uno de los mayores superventas en Canadá. Poco después, dos miembros de este grupo, producen su primera maqueta. "Whoa, Nelly" resume el amplio abanico de influencias de Nelly. Una chica que creció con entre pop comercial -Abba, Lionel Ritchie, Madonna, Paula Abdul- sin perder el sentido crítico. Poco a poco, se fue interesando por grupos con sabor callejero como los raperos Kris Kross. De ahí pasó a New Edition (el grupo de Bobby Brown), Bel Bib Devoe, Salt-N-Peppa y Jodeci. La primera cinta que compró por si misma fue de TLC, que reforzaron su amor por el hip-hop. Sus años de instituto pasaron a ritmo de Ice-T, De La Soul, Digable Planets o PM Dawn.
Luego descubrió Radiohead, Oasis, Pulp... Nelly es una esponja con mucha sustancia que absorber. Su arsenal de influencias no olvida la música tradicional. A los 16, en un viaje a Portugal, da un paso de gigante en su búsqueda de una voz propia, participando en el equivalente luso a una batalla de raperos. Furtado es una chica normal, enamorada de la música.
Furtado tocaba el trombón en la banda de la escuela, jazz de vez en cuando, y hasta imitaba coreografías de Janet Jackson con las amigas. Oyéndola discutir sobre esta música, con pasión y control de datos, seria lógico pensar que creció en una gran urbe como Los Angeles o Nueva York. "Mi pueblo es más cosmopolita que muchas ciudades. Está poblado por canadienses de primera generación, muy ligados aún a China, India, Africa, Sudamérica o Portugal. Tuve contacto con muchas culturas".
Su interés por la música tradicional no eclipsó las ganas de experimentar. "Me atraen los grupos frescos y arriesgados. Nelly no esconde nombres y apellidos para ilustrar sus gustos. "Me fascina Jeff Buckley. 'Grace' cambió mi vida. Influyó en mi modo de cantar, de componer y de manejarme sobre un escenario. Influyó en todo".
Y no nos hará esperar: "Me muero de impaciencia por salir de gira. He estado esperando ese momento toda mi vida. Siempre he soñado con tener mi propia banda. Me imaginaba en el autobús de gira, leyendo buenos libros entre ciudad y ciudad. Aunque suene algo cursi, soy muy nómada, me gusta vagar por ahí". Este es el momento de Nelly. Sus sueños se hacen realidad. No pierde de vista el día-a-día. Paladea cada instante de su estancia en el estudio. "La atmósfera ha sido muy especial. Sé que, cuando lo recuerde, voy a ponerme muy sentimental. Al final, nos sentábamos en el suelo, bebiendo Coronitas, y me ponía triste. Se acababa un año y medio de hacer música con Gerald y Brian. Me sentía como en las despedidas de fin de curso".
Para ella, quedan muchas avenidas por explorar. "Quiero avanzar. Quiero crecer y mejorar. Seguiré escribiendo, deseosa por llegar donde las canciones me lleven".