Biografía de Bob Dylan
Robert Allen Zimmerman, quien se hace llamar
Bob Dylan en el medio artístico y musical, es un
cantante, músico, poeta y compositor estadounidense. Nació en
Duluth, Minnesota, Estados Unidos, el 24 de mayo de 1941. Comenzó
su carrera musical a principios de los años sesenta como cantautor
de folk -género musical que destaca por la defensa de las
tradiciones culturales-, en el que compuso canciones que resultaron
muy representativas de esa época como
“Blowin' In The
Wind” y
“A Hard Rain's A-Gonna Fall", piezas
sobresalientes por sus letras de protesta social. A mediados de la
década optó por la música rock, dentro de la que hizo aportes
significativos a partir de su experiencia con la música
tradicional.
Es considerado por seguidores, analistas conocedores de la música
rock y algunos críticos literarios, como uno de los creadores
emblemáticos de la música popular de influencia occidental de las
últimas seis décadas.
Entre los muchos premios y reconocimientos que ha recibido en su
dilatada, fructífera y exitosa carrera artística y musical,
destacan el Doctorado Honoris Causa por la Universidad de
Princeton; un Oscar y diversos premios Grammy; el Lifetime
Achievement Award, como reconocimiento a su trayectoria artística;
el Comendador de la Orden de las Artes y Las Letras Francesas; el
premio Príncipe de Asturias y el premio Nobel de Literatura.
Significado del nombre
De diferentes versiones, la más extendida es que fue un homenaje al
poeta americano Dylan Thomas; mientras otra deja entrever que su
primer seudónimo artístico habría sido Dillon, escogido por su
entonces novia Echo Helstrom, en honor al héroe de la serie
televisiva de vaqueros Gunsmoke, Matt Dillon; o por los Dillon, una
de las principales familias de Hibbing, Minesota, donde Bob Dylan
pasó parte de su infancia. Al llegar a Nueva York en 1961, el
cantante comenzó a hacerse llamar Dylan y ya conocía la obra del
referido poeta.
En una entrevista el cantautor declaró que había estado influido
por Dylan Thomas al momento de definir su nombre artístico: “Había
visto algunos poemas de Dylan Thomas. La pronunciación de Dylan y
Allyn era similar. Robert Dylan. Robert Allyn. La letra D tenía más
fuerza. Sin embargo, el nombre Robert Dylan no era tan atractivo
como Robert Allyn. La gente siempre me había llamado Robert o
Bobby, pero Bobby Dylan me parecía cursi, y además ya estaban Bobby
Darin, Bobby Vee, Bobby Rydell, Bobby Neely y muchos otros Bobbies.
La primera vez que me preguntaron mi nombre en Saint Paul,
Minesota, instintiva y automáticamente solté: Bob Dylan”.
Niñez, Juventud y Vida Familiar
Suele decirse que en la formación de los poetas, compositores,
músicos y artistas contribuye, en mayor o menor medida, la
geografía, entorno y ambiente. Bob Dylan vivió en un medio rural,
conoció de primera mano la música tradicional americana de origen
europeo; se crio en las colinas de hierro Mesabi, Hibbing, al oeste
del Lago Superior. En una ocasión el cantante declaró: “El pueblo
en el que crecí estaba totalmente apartado del centro de la
cultura. Estaba fuera de los márgenes del momento. Tenías todo el
pueblo para vagabundear. Simplemente había bosques, cielo, ríos y
corrientes, invierno, verano, primavera y otoño”. Es muy probable
que ese medio haya influido en su obra musical de los primeros años
y de siempre.
Perteneciente a una familia de tradición judía, Bob Dylan tuvo por
padres a Abram Zimmerman y Beatrice ‘Beatty’ Stone; sus abuelos por
ambos padres habían emigrado a Estados Unidos a principios del
siglo XX, procedentes de Europa del Este. Desde muy pequeño Bob
mostró su inclinación hacia la música y la poesía, también aprendió
a tocar guitarra, piano y armónica. Pasó gran parte de su juventud
escuchando la radio, primero música country y blues; luego rock and
roll.
En la escuela superior de Hibbing formó varias bandas, como The
Shadow Blasters, que no duró mucho; y The Golden Chords, en esos
grupos interpretaba versiones de canciones de Little Richard y
Elvis Presley. Por ese
entonces declaró que soñaba ser parte de la agrupación de Little
Richard.
Inicios de Bob Dylan en la Música
A los dieciocho años empezó a estudiar en la Universidad de
Minnesota, donde se acercó más a música folk y conoció la canción
protesta o de compromiso, como se le denominaba en ese entonces.
Solía asistir a sitios nocturnos de música y logró actuar en
algunos. El mismo año 1959, usando el seudónimo de Elston Gunn,
acompañó en dos conciertos a Bobby Vee en el piano y con las
palmas.
Bob Dylan abandonó definitivamente los estudios universitarios para
dedicarse a la música. En 1961 se mudó a la ciudad de Nueva York,
en su país natal. Allí empezó a cantar en algunos cafés donde se
reunían seguidores del folk; fue así como consiguió llamar la
atención de importantes y admirados cantantes de ese género, que en
poco tiempo lo admitieron como uno más entre ellos.
Con los instrumentos característicos de la música folk: guitarras,
banjos, tambores y armónicas, los intérpretes de ese género, a
comienzos de la década del sesenta, estaban en sintonía con los
defensores de los derechos civiles y contra la guerra de Vietnam.
Músicos como
Pete Seeger, el
trío PPyM o Peter, Paul and Mary; y la cantante
Joan Báez, junto con otros jóvenes
comprometidos, en su mayoría blancos de clase media urbana, estaban
convencidos de que con sus interpretaciones podían enfrentar lo
peor del capitalismo de la época: consumismo, injusticia,
desigualdad social, doble moral y guerra. En las letras de sus
canciones Bob Dylan expresaba, con una poesía de alto vuelo, según
opinión calificada, un mensaje que revaloraba la música popular.
Sus canciones de protesta, con un sentido más elevado,
constituyeron un lenguaje con el que mucha gente se sentía
representada para expresar su sentir sobre temas cotidianos. Por
eso fue calificado como la voz de su generación.
Sus primeros álbumes fueron solistas, solo para voz, guitarra y
armónica; sin embargo, en noviembre de 1962 grabó con una banda el
sencillo
“Mixed Up Confusión”, apoyado por Columbia
Records; esa pieza no tuvo ninguna repercusión y fue excluida del
disco recopilatorio, editado poco más de veinte años después.
De Bob Dylan se escribió en 1961, una nota favorable en The New
York Times, eso le facilitó el camino para sus primeras grabaciones
pues, al darse a conocer más, la discográfica Columbia Records le
ofreció respaldo para grabar su disco
“Bob Dylan”. El
álbum salió al mercado al año siguiente con canciones de música
folk y blues, además de dos temas de su autoría. En ese trabajo se
observa claramente el estilo derivado de mezclar música
tradicional, especialmente el folk de origen europeo, con el blues
afroamericano, además de plasmar en las letras la profundidad de su
cosmovisión.
Género musical
Hay consenso, entre distintos críticos y conocedores de la obra de
Bob Dylan, en que cuando inició su carrera, a comienzos de los años
sesenta, estuvo fuertemente influenciado por la denominada música
folk americana -en general referida a la música tradicional, la que
ha llegado al presente a través de generaciones, de familias o
grupos folclóricos, con orígenes que podrían rastrearse en lugares
tan distantes como Gran Bretaña, Europa o África-, en particular
recibió influencia de dos músicos y cantautores estadounidenses: en
la música folk Woody Guthrie y en el blues Robert Johnson. De esa
música, el talentoso cantautor hizo mezclas que se realzaron con la
profunda lírica de sus composiciones, la afamada
“Blowin' In
The Wind” da cuenta de ello: música todavía tradicional pero
con una letra muy potente y de gran impacto. Es por lo que se llegó
a decir que Bob Dylan contribuyó, en gran medida, a la
revitalización del folk americano.
Sin embargo, a mediados de la década, el estilo del cantante se
modificó significtivamente; también su imagen personal cambió en
gran medida: pasó de un destacado y muy creativo cantautor de
música folk, con su vestimenta típica con pantalones vaqueros y
camisa a cuadros, a un intérprete pop y folk rock, con pelo largo,
lentes oscuros y ropa negra incluidos; el look característico de
los seguidores de
The Beatles.
El sencillo,
“Like A Rolling Stone”, publicado por Bob
Dylan en julio de 1965, obedece a ese cambio o, de manera más
acertada, a esa transformación.
Trayectoria y Legado
Años sesenta: surgimiento y esplendor de un genial trovador
Ese homónimo disco debut, publicado en marzo de 1962, con canciones
en géneros folk, blues y góspel, fue grabado en Nueva York en muy
poco tiempo, entre el 20 y el 22 de noviembre del año anterior;
incorporó tres temas sobre el final de la vida y la muerte:
“In
My Time Of Dying”, “Fixing To Die” y
“See That My Grave Is
Kept Clean”. Además de material con música folk, blues y
góspel, incluyó dos canciones del propio Bob Dylan:
“Song To
Woody” y
“Talkin´ New York”. En general, el álbum no
tuvo mucho éxito comercial.
Entre finales de 1962 y principios del siguiente año, Bob Dylan
realizó más de diez grabaciones en las que optó por utilizar
seudónimos; es el caso Blind Boy Grunt, como se hizo llamar cuando
grabó para Broadside Magazine, una revista y sello discográfico de
folk. También apeló al apodo Bob Landy, para tocar piano en The
Blues Project, una antología publicada por Elektra Records un
tiempo después; y a Tedham Porterhause, cuando interpretó la
armónica en un álbum del músico y cantante estadounidense de música
folk Ramblin´ Jack Eliott. En ese mismo año firmó un contrato con
el empresario Albert Grossman, quien pasó a ser su representante
por los siguientes ocho años.
El prolífico y talentoso compositor pudo llegar más rápido a un
público más amplio, porque no pocas de sus primeras canciones
fueron interpretadas por otros cantantes; fue el caso de Joan Baez,
que lo protegió durante esos primeros años; también lo ayudó en su
proyección nacional e internacional, al invitarlo a sus shows donde
ambos llegaron a interpretar las composiciones de joven cantautor.
Gracias a ella pudo ser invitado al Newport Folk Festival, Rhode
Island, Estados Unidos, en las ediciones de 1963 a 1965.
En 1963 publicó su segundo disco,
“The Freewheelin’ Bob
Dylan”, que fue un gran éxito. Tom Petty y su banda The
Heartbreakers respaldaron al cantautor en ese proyecto. El álbum,
en estilo folk rock, ganó el Grammy Premio Del Salón De La Fama. De
las canciones de ese álbum destaca
“Blowin’ In The Wind”,
que fue convertida muy pronto, sin exageración, en un himno
generacional: se cantaba en las manifestaciones pacifistas y a
favor de los derechos civiles de la población afroamericana;
también fue rápidamente traducida a diversos idiomas. Una estrofa
memorable es la siguiente:
How many roads must a man walk down
Before you call him a man?
Yes, ’n’ how many seas must a white dove sail
Before she sleeps in the sand?
Yes, ’n’ how many times must the cannonballs fly
Before they’re forever banned?
The answer, my friend, is blowin’ in the wind
The answer is blowin’ in the wind
Esa estrofa y la siguiente traducción al español ha sido extraída
del la página El Traductor de Rock, que se consigue en
Internet:
¿Cuántos caminos tiene que recorrer un hombre
para poder ser llamado tal?
¿Cuántos mares debe surcar una paloma blanca
antes de poder dormirse en la arena?
¿Cuánto tiempo tendrán que volar las balas de cañón
antes de ser prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío, está volando en el viento.
La respuesta está volando en el viento.
Esa canción fue una de las primeras en versionarse en castellano,
el músico y periodista español Ricardo Cantalapiedra utilizó la
música para componer
“Saber que vendrás”, canción que con
frecuencia se escucha en algunas misas católicas.
Como afirma el poeta, crítico y escritor venezolano Gabriel Jiménez
Emán: “El pop-rock angloamericano surgió inicialmente, antes de
convertirse en dispositivo comercial, como protesta juvenil y
proletaria en la sociedad de bienestar de la posguerra... La poesía
ruda, coloquial y directa de cantores vagabundos como Bob Dylan
criticaba las mezquinas formas de la vida burguesa”. Para este
escritor las canciones de Bob Dylan son verdaderos poemas que, como
baladas de extensas letras, expresan, con base en los elementos
tradicionales, “una nueva lírica musical de raíces populares”.
Bob Dylan, con cierto reconocimiento internacional, publicó su
tercer disco en 1964; el título
“The Times They Are
A-Changin”, también bautiza una de las canciones que lo
integran; es, al igual que los anteriores trabajos discográficos,
la expresión del sentir de una época. Al respecto dice el poeta
Giménez Emán: “El folk era la forma más directa de comunicarse el
cantante con su medio ambiente, esto es la cultura underground, la
canción políticamente comprometida. La aparente dulzura y suavidad
de Dylan es un arma de doble filo pues no se queda en lo
estetizante… Las letras acusan, atentan contra las creencias
morales y religiosas, anuncian la transformación de los
tiempos”.
La imagen de Bob Dylan, como cantautor comprometido y relevante
figura de la canción de protesta, cambió con su siguiente disco,
editado en 1965 con el título
“Highway 61 Revisited”,
también con respaldo de Columbia Records. La canción
“Like A
Rolling Stone”, como su nombre lo indica, es una pieza
interpretada con todos los elementos característicos del rock and
roll; fue el comienzo de una nueva y definitiva etapa musical de
Bob Dylan: la de músico roquero; pero con la diferencia de que las
letras de sus canciones tenían una profundidad y valoración como no
había ocurrido antes con el género rock.
Por supuesto que ese cambio no fue del agrado de muchos de los
seguidores de la música folk que, al parecer, no comprendieron o no
avalaron, la propuesta musical de Bob Dylan para ampliar la
capacidad expresiva del folk, al interpretarla con otros
instrumentos, entre ellos guitarra eléctrica y amplificadores.
Tampoco vieron con buenos ojos el nuevo estilo musical ni las
variantes en su visión del mundo que el cantautor comenzaba a
mostrar; hasta su imagen personal se modificó, al presentarse con
un look como The Beatles. En virtud de esa incomprensión, el de
1965 sería el último Festival de Folk de Newport al que Bob Dylan
sería invitado.
Las interpretaciones de Bob Dylan en ese festival de 1965 fueron
con banda eléctrica y a todo volumen -insoportable para los
fanáticos del folk-, tres fueron los temas:
“Maggie’s
Farm”, “Tombstone Blues” y
“Like A Rolling Stone”. Al
Kooper, el organista del grupo, reconoció más adelante que la
primera de esas piezas la interpretaron con el compás cambiado y
fue “una especie de desastre”.
“Like A Rolling Stone” es,
en opinión de algunos críticos especializados, la mejor canción en
género rock del siglo XX; pero, irónicamente, nunca ocupó el puesto
número uno.
Solo un trabajador incansable, apasionado y genial cantautor como
Bob Dylan, podía producir el material discográfico, en cantidad y
calidad, que sacó durante esos primeros años. Es así como a finales
de ese exitoso y controversial año de 1965, su popularidad era casi
igual como compositor que como intérprete; en apenas quince días
sacó a la luz, con su firma, cerca de ochenta discos sencillos con
versiones de canciones.
Durante esa prolífica etapa también produjo, entre mayo de 1963,
con
“The Freewheelin’ Bob Dylan”, a mayo de 1966 con
“Blonde On Blonde”, seis discos, de los cuales uno fue
doble; pero no solamente por la cantidad, sino por la calidad
artística, esos álbumes fueron considerados por la crítica como
seis de los trabajos discográficos de más impacto en la historia de
la música popular. Los títulos son los siguientes:
“The
Freewheelin´Bob Dylan”, 1963;
“The Times They Are
Changin” y
“Another Side Of Bob Dylan” en 1964;
“Bringing It All Back Home” y
“Highway 61
Revisited” en 1965; y
“Blonde On Blonde” en 1966.
“Blonde On Blonde” fue editado con respaldo de Columbia
Records en mayo de 1966, el disco había comenzado a grabarse el año
anterior con un considerable número de músicos, entre ellos los
miembros de la banda The Hawks, que después pasó a ser The Band
–agrupación que le dio un apoyo incondicional a Bob Dylan durante
la época en la que su estilo musical mudó del folk al rock-;
después de superar varios inconvenientes logísticos, el material
fue terminado poco tiempo antes de su edición.
“Blonde On Blonde”, uno de los primeros discos dobles en
la historia de la música moderna, fue el tercero álbum editado por
Bob Dylan desde su conversión al rock; con ese trabajo reafirmó su
decisión por la música rock y country. El disco tuvo excelente
acogida por la mayor parte de la crítica musical especializada, que
lo consideró como uno de los mejores álbumes de rock de todos los
tiempos. Los resultados comerciales fueron importantes: puesto
nueve en la lista estadounidense Billboard 200, con certificado de
doble disco de platino; y en el Reino Unido quedó en la tercera
posición de la lista UK Albums Chart.
Su primera gira mundial Bob Dylan World Tour 1966, arrancó en
febrero por Australia y Europa. La pauta establecida fue dividir
cada concierto en dos partes: la primera acompañado solo de
guitarra acústica y armónica; y la otra, junto a la banda The
Hawks, canciones con música eléctrica, su nuevo estilo musical. Ese
contraste disgustó a parte del público, que no terminaba de aceptar
el cambio dado por el genial cantautor. Sin embargo en junio llegó
a Francia, donde su actuación en el teatro Olympia en París, fue
catalogada como especularmente brillante y le abrió las puertas del
viejo continente. A finales del mes de julio de ese mismo año, un
accidente en motocicleta lo alejó de los escenarios internacionales
por ocho años; pero no abandonó del todo sus actividades
musicales.
A finales de los años sesenta Bob Dylan incursionó en otras
actividades artísticas, entre ellas la pintura, creó unos cuadros
que algunos críticos calificaron como obras de pintores sin estudio
o formación académica: arte ingenuo o naif, pero que causaron un
gran impacto entre sus seguidores que los vieron en las
reproducciones de las carátulas de algunos discos; fue el caso de
la portada del álbum
“Music From Big Pink”, editado por
The Band en 1968.
Tres décadas de trabajo interno y altibajos musicales
No se sabe con certeza si el accidente sufrido en la moto, ocasionó
en Bob Dylan una oportunidad para la introspección y la
profundización de su convivencia familiar, pero hay consenso en que
después de ese evento comenzó para él una etapa más tranquila y
espiritual, en la que se apegó a sus creencias judeocristianas de
la época; eso se reflejó en algunos de sus trabajos discográficos,
como
“Nashville Skyline” de 1969; y
“New Morning”
de 1970.
Hay diversas opiniones críticas que coinciden en que la década de
los setenta no fue la mejor en la carrera de Bob Dylan, incluso hay
quienes denominan el de 1972 como su año blanco. Sin embargo, esa
opinión es discutible si pasamos una rápida revista a su producción
musical de esos años, en los que editó, en promedio, un álbum por
año; entre ellos, además del ya mencionado
“New Morning”,
publicó
“Pat Garrett & Billy The Kid” en 1973, que sirvió
como banda sonora de la película del mismo nombre.
“Planet
Waves” de 1974, con respaldo de The Band, significó el regreso
de Bob Dylan a los escenarios -después del accidente en moto, ocho
años antes-, como parte de las actividades de promoción del disco.
Algunos críticos opinan que con ese disco Bob Dylan revitalizó su
carrera musical.
Al año siguiente editó
“Blood On The Tracks”, disco
contentivo de temas que versan sobre una serie de emociones y
sentimientos negativos como angustia, ira y soledad, al parecer un
reflejo de la situación que el cantautor estaba confrontando por su
reciente separación de Sara, su esposa. El álbum tuvo una excelente
aceptación de la crítica, que lo calificó como uno de sus mejores
trabajos.
“Desire” fue un álbum editado en 1976, con respaldo de
Columbia Records, gozó del favor de la crítica y se colocó en el
primer puesto de la lista estadounidense Billboard 200 durante
cinco semanas; es uno de los álbumes de mayor éxito comercial en la
carrera musical de Bob Dylan. En el Reino Unido quedó en el tercer
puesto de la lista de discos más vendidos. La RIAA (Recording
Industry Association of America) lo galardonó con doble disco de
platino por el volumen de ventas; la revista Rolling Stone lo situó
en el lugar 174 de la lista de los 500 mejores álbumes de todos los
tiempos. Las canciones de casi todos los álbumes de Bob Dylan son
de su autoría, sin embargo, para el disco
“Desire” contó
con la colaboración del compositor y director de teatro
estadounidense Jacques Levy, para escribir siete temas.
“Street Legal”, editado 1978 con apoyo de Columbia
Records, fue un álbum que marcó otro hito en la carrera de Bob
Dylan pues fue grabado con una banda musical grande y, por primera
vez, con un coro de mujeres. Las letras, con expresiones y citas
religiosas más profundas que las anteriores, daban una señal del
camino que tomarían sus próximas composiciones. Con ese álbum se
acreditó Bob Dylan otro disco de oro por el volumen de ventas en
Estados Unidos; sin embargo, a diferencia de sus otros trabajos, no
entró en el top ten de la Billboard 200. En Reino Unido el
resultado fue mejor: ocupó el segundo lugar en la lista UK Albums
Chart, ganando disco de platino por el número de copias
vendidas.
En esa década de los setenta Bob Dylan también hizo cine, con
interpretaciones para las bandas sonoras de algunas películas y, en
menor medida, como actor o director.
El camino espiritual emprendido por Bob Dylan, consecuencia de su
conversión al cristianismo, se vio reflejado en tres álbumes
editados entre finales de los setenta y principios de la siguiente
década, ellos fueron
“Bob Dylan At Budokan” de 1979;
“Saved”, 1980 y
“Shot Of Love” de 1981. Para
algunos estudiosos de la música de este genial cantautor, toda su
producción musical de la década de los ochenta estuvo influenciada,
en mayor o mejor mediada, por esa búsqueda espiritual, religiosa y
filosófica dentro del cristianismo. En ese entonces, las letras de
sus composiciones se hicieron más densas, espirituales y profundas;
y, como era fácil suponer, esas canciones no fueron del gusto del
gran público, tampoco para buena parte de la crítica tuvieron
aceptación. La popularidad del cantautor bajó
considerablemente.
Algunos consideran que esa década de los ochenta fue la más
infausta para el cantautor, con sus peores conciertos y sus mayores
desaciertos musicales; según esa opinión, el álbum
“Infidels”, editado en 1983, fue “uno de sus pocos discos
salvables” de esos diez años. Sin embargo, a finales de los ochenta
Bob Dylan editó
“Oh Mercy”, un álbum que fue valorado por
la crítica como el regreso del cantautor a las formas musicales,
después de varios fracasos comerciales como los que tuvo con
“Knocked Out Loaded”, de 1986; y
“Down In The
Groove”, de 1988.
“Oh Mercy” se situó en el número
seis en la lista de discos más vendidos de Reino Unido; mientras
que en Billboard 200, de Estados Unidos, quedó en el puesto
treinta; ganó disco de oro por la RIAA y la BPI (British
Phonographic Industry).
Bob Dylan fundó en 1988, junto con George Harrison, Jeff Lynne, Roy
Orbison y Tom Petty, la llamada superbanda de rock The Traveling
Wilburys; la agrupación estuvo activa solo hasta 1990, durante ese
lapso editaron dos álbumes
“Traveling Wilburys Vol. 1” y
“Traveling Wilburys Vol. 3”, con excelente aceptación de
público y crítica. El primer disco logró el segundo lugar en la
acreditada lista estadounidense Billboard 200; y el otro volumen
alcanzó el puesto once.
A partir de ese ensayo, con la superbanda The Traveling Wilburys, a
mediados de 1988 Bob Dylan creó la Never Ending Tour. La misma,
conocida en español como gira interminable, o gira sin fin, se creó
con una estructura fija en sus conciertos y un número estimado en
cien fechas por año. Así se ha mantenido hasta el momento de
escribir esta reseña, incluye una banda de acompañamiento que
cambia en cada lugar, solo permanece un pequeño grupo de músicos:
guitarrista, bajista y multiinstrumentista. Antes de los conciertos
se revisa el catálogo musical de Bob Dylan, se hacen nuevos
arreglos de sus composiciones antiguas y algunas modificaciones,
más bien ajustes, de la interpretación vocal respecto del evento
anterior.
La producción musical de Bob Dylan durante la década de los noventa
fue breve y, salvo excepciones, no fue bien recibida por el público
ni por la crítica; álbumes como
“Under The Red Sky” de
1990,
“Good As I Been To You” de 1992; y
“World Gone
Wrong” de 1993, tuvieron poco impacto comercial y pésima
valoración de la prensa musical especializada. De esos tres
trabajos, los dos últimos álbumes fueron un guiño a la música de
los tiempos iniciales de la carrera musical del cantante pues
contienen solo canciones folk tradicional, interpretadas con
guitarra acústica y armónica. Aunque
“World Gone Wrong”
ganó en 1995 un Grammy como Mejor Álbum De Folk Tradicional, no
tuvo aceptación de público y crítica.
Mejores resultados en esa década obtuvo Bob Dylan con la edición de
álbumes recopilatorios o en directo:
“The 30th Anniversary
Concert Celebration”, editado en 1993 por Columbia Records,
fue un álbum grabado en vivo, con la participación de varios
artistas, reunidos en octubre de 1992 durante la celebración de los
treinta años de la carrera musical de Bob Dylan en el Madison
Square Garden de Nueva York. En general tuvo buena apreciación por
la crítica. En 1995 Bob Dylan publicó
“Unplugged”, un
disco recopilatorio grabado en directo y sin instrumentos
eléctricos; después de varios años resultó el álbum con mayores
ventas de la carrera musical del cantautor, ocupó el puesto
veintitrés en la lista estadounidense Billboard 200 y el décimo en
la lista de discos más vendidos del Reino Unido.
“Time Out Of Mind”, producido por Daniel Lanois con
respaldo de Columbia Records, fue un nuevo regreso artístico, en
opinión de buena parte de la crítica musical especializada, después
de la edición de varios trabajos discográficos con muy bajo nivel
comercial; el álbum ganó el premio Grammy como Mejor Disco Del Año,
a principios de 1998.
Bob Dylan en el nuevo siglo
En el transcurso del siglo XXI, Bob Dylan ha continuado con sus
actividades artísticas y musicales, con sus giras de conciertos
Never Ending Tour; con la edición de discos recopilatorios,
presentaciones en televisión, actuaiones en en películas de cine; y
hasta se desenvolvió por varios años en un excelente programa de
radio. Son ocho títulos los nuevos trabajos discográficos de estos
últimos años:
“Love And Theft”, 2001;
“Modern
Times”, 2006;
“Together Through Life” y
“Christmas In The Heart”, 2009;
“Tempest” , 2012;
“Shadows In The Night”, 2015;
“Fallen Angels”,
2016; y
“Triplicate” de 2017.
“Love And Theft” salió al mercado el once de septiembre de
2001, fatídico día para la historia de Estados Unidos y del mundo;
obviamente fue casual la coincidencia con los ataques terroristas
de ese día, todavía más la casualidad de la declaración de Bob
Dylan sobre ese trabajo: “un gran álbum que se ocupa de grandes
temas”. De nuevo con respaldo de Columbia Records, fue producido
por Jack Frost, un seudónimo que utilizó Bob Dylan en esa ocasión.
Es valorado por la crítica como sucesión de
“Time Out Of
Mind”, por la estructura musical y la narrativa, aunque con
más énfasis en el rock and roll y el blues. Tuvo buena aceptación
de crítica y público; logró el quinto lugar en la Billboard 200,
ganó disco de oro por RIAA y conquistó el Grammy Mejor Álbum De
Folk Contemporáneo, en la edición de 2002.
En ese mismo año Bob Dylan recibió varios premios por
“Things
Have Changed”, canción de su autoría que interpretó para la
película
“The Wonder Boys”, estrenada el año anterior bajo
la dirección de Curtis Hanson. Entre los premios recibidos por ese
trabajo se mencionan: Premio de la Academia, más conocido como
Oscar, a la Mejor Canción Original; el Golden Premio Globo a la
Mejor Canción Original; y el Premio Grammy a la Mejor
Interpretación Vocal Masculina De Rock.
“Modern Times” fue editado en agosto de 2006, con respaldo
de Columbia Records, bajo la producción de Jack Frost, es decir, el
mismo famoso y genial cantautor. En general, la crítica
especializada fue muy favorable, lo catalogó como una de las obras
maestras de Bob Dylan. Unido a sus dos trabajos anteriores, se
consideró parte de una trilogía concebida bajo una misma estética
lírica y musical. Las críticas adversas también afloraron, dado que
algunos arreglos musicales y las citas al poeta estadounidense del
siglo XIX Henry Timrod, no fueron mencionados por Bob Dylan en los
créditos. Otra crítica adversa salió publicada en The New York
Times, donde se calificó al álbum como “una decepción salvajemente
sobrevalorada” y el peor disco de Dylan desde
“Self
portrait”.
Comercialmente el álbum resultó muy exitoso, casi doscientas mil
copias vendidas a la primera semana y más de cuatro millones dos
meses después. En cuanto al lugar en las diferentes carteleras
musicales, quedó en el primer puesto de la Billboard 200; posición
que no ocupada otro disco de Bob Dylan desde treinta años atrás,
cuando publicó
“Desire”. El álbum fue número uno en las
listas de discos más vendidos de Australia, Canadá, Dinamarca,
Irlanda, Noruega, Nueva Zelanda y Suiza; mientras que llegó al
segundo puesto en Alemania, Austria y Suecia; y al tercer lugar en
el Reino Unido y Países Bajos.
“Modern Times” le prodigó a Bob Dylan dos nuevos premios
Grammy: Mejor Álbum De Folk Contemporáneo y Mejor Interpretación
Vocal De Rock Solista; este por la canción
“Someday Baby”,
incluida en el disco.
En opinión de varios críticos especializados y conocedores del
género rock,
“Modern Times” es el último gran álbum del
cantautor hasta la fecha; en el que además incluye solo temas de su
autoría. Las siguientes ediciones discográficas de este siglo, si
bien obtuvieron muy buen resultado comercial y aceptación de la
prensa musical, se mantienen dentro de la estética desarrollada por
Bob Dylan en sus trabajos del pasado reciente. Además, en la
mayoría de los discos desde 2009, muchas de las canciones
pertenecen a otros compositores o son versiones de piezas muy
conocidas.
En octubre de 2007 salió al mercado
“Dylan”, una colección
de tres CD con 51 piezas, escogidas por el público, de las
canciones publicadas por Bob Dylan entre 1962 y 2006.
La colección de discos recopilatorios, titulada
“The Bootleg
Series”, que se inició en 1991 con respaldo de los sellos
discográficos Columbia/Legacy para la edición de tres volúmenes,
contentivos de grabaciones desde 1961, en el marco de la
celebración de los treinta años de carrera musical de Bob Dylan, ha
continuado en el nuevo siglo; durante estos años, siempre con las
mencionadas disqueras, se han publicado desde el volumen 5 en 2002,
hasta el volumen 15 en 2019.
Un dato curioso sobre el Never Ending Tour está relacionado con sus
presentaciones en China, en abril de 2011, porque dio pie a la
polémica que el cantautor no hiciera referencia a la situación
política de ese país; también a que haya permitido la censura de su
lista de canciones por las autoridades chinas. Esta última
afirmación fue desmentida por Bob Dylan, quien afirmó que no hubo
tal censura al repertorio escogido para esa ocasión; acerca de lo
primero, no hizo comentarios.
Es pertinente hacer mención a otras actividades a las que se ha
dedicado este genial artista, durante las dos décadas que lleva el
siglo XXI; y también a otras piezas artísticas que versan sobre su
vida.
Bob Dylan participó en 2003 en la banda sonora de la película
“Anónimos”, de Larry Charles; donde también hizo una breve
actuación. Dos años más tarde, el afamado director Martin Scorsese
realizó el documental
“No Direction Home”, sobre los
primeros años de la carrera musical de Bob Dylan.
“Chronicles Volume One”, su libro autobiográfico, salió en
2004; según la crítica, contribuye a consolidar la legendaria
imagen del afamado cantautor. Publicado por la editorial Simon y
Schuster en octubre de ese año, el libro no está escrito en
secuencia cronológica sino que aborda varias etapas de su
trayectoria musical; el resultado de crítica y público fue
excelente. Se convirtió en un éxito literario internacional al
permanecer diecinueve semanas en la lista de libros de no ficción
más vendidos del New York Times. Es probable que un segundo volumen
salga a la luz.
En enero de 2006 se estrenó en el Old Globe Theater de San Diego,
California, el musical
“The Times They Are A Changin”,
inspirado en el álbum homónimo de Bob Dylan, publicado en 1964; en
especial por las canciones
“Bob Dylan’s 115th Dream” y
“The Ballad Of Hollis Brown”.
También sobre su vida, en 2007 se estrenó en los cines el filme
“I’m Not There”, dirigido por Todd Haynes; la película,
del gusto del Bob Dylan, fue exhibida en el Festival Internacional
de Cine de Venecia en agosto de ese año.
Como dato interesante en la vida de Bob Dylan, se menciona el hecho
de que en 2007, poco después de asistir a una sinagoga de Atlanta,
Estados Unidos, para la celebración del Yom Kippur -período de diez
días que en la tradición hebrea es conocido también como día la
expiación, del perdón y del arrepentimiento-, expresó públicamente
su regreso a la tradición judaica de sus raíces familiares.
En abril de 2009 Bob Dylan transmitió el capítulo final de un
programa de radio por satélite, que duró exactamente cien sesiones,
conducido y dirigido por él con el nombre de Theme Time Radio Hour.
No solo sobre música habló Bob Dylan en ese afamado programa, los
temas fueron tan variados como interesantes: desde fumar hasta la
política y el humor, por supuesto centrado en la música; incorporó
diferentes testimonios sobre la creación musical y enseñó a los
escuchas a apreciar mejor cada composición que ponía al aire.
Muchas de esas grabaciones pueden conseguirse hoy en día en
Internet.
Síntesis y reconocimiento a una dilatada trayectoria de
incansable trabajo creador
Hay consenso entre los estudiosos de la conducta y la pisque
humanas, en que un genio no lo es por su coeficiente intelectual,
sino por lo que ha alcanzado a construir con base en esa
inteligencia superior. Eso puede aplicarse a Bob Dylan, sin ninguna
duda, solo con mirar un resumen de lo que ha conseguido con su
trabajo.
Durante toda su trayectoria musical, en cada etapa, desde la
acústica, pasando por la eléctrica, la estética con The Band, la
aproximación a la música country, la fase de transición y la
espiritual, su retorno al rock, hasta los últimos álbumes de blues,
ha prevalecido en Bob Dylan la necesidad de una expresión
auténtica, sin concesiones, con base en el talento que le es
propio.
A lo largo de su carrera, desde 1962 hasta 2017, Bob Dylan ha
publicado cerca de cuarenta y cinco álbumes de estudio; otros diez
en vivo y un número similar de recopilatorios, sin contar los
quince de
“The Bootleg Serie”. En total, se estima en
QUININETOS el número de sus composiciones, destacadas por su
calidad artística, musical y la poesía de alto vuelo que
encierran.
Probablemente sean pocos los poetas y artistas que hayan tenido la
oportunidad de ver como su esfuerzo creador, el resultado de sus
necesidades expresivas y su propuesta estética, no solo ha llegado
al público, también al mercado, sino que igualmente ha sido
reconocido por especialistas, conocedores de la materia e
instituciones. Con Bob Dylan el destino ha sido más benévolo, desde
muy temprano y hasta el pasado reciente ha obtenido un sinnúmero de
premios y reconocimientos. Entre ellos se mencionan los
siguientes:
Doctor Honoris Causa, por la Universidad de Princeton. Estados
Unidos, 1970.
Premios Grammy, en diferentes categorías y ediciones; más de doce
desde 1973 hasta 2017.
Comendador De La Orden De Las Artes Y Las Letras Francesas, en
1990. Otorgado por el Ministerio de la Cultura de Francia.
The Grammy Lifetime Achievement Award, 1991. Como reconocimiento a
su trayectoria artística.
Premio de la Academia - Oscar, en 2001. Concedido por la Academia
de las Artes y las Ciencias Cinematográficas a la Mejor Canción
Original.
Globo de Oro, en 2001. Otorgado por la Asociación de la Prensa
Extranjera de Hollywood a la Mejor Canción Original.
Doctor Honoris Causa en Música. Universidad St Andrews. Escocia,
2004.
Premio Príncipe de Asturias De Las Artes. España, 2007. Según el
veredicto del jurado, Bob Dylan es un “Mito viviente en la historia
de la música popular y faro de una generación que tuvo el sueño de
cambiar el mundo”, que destacó en su trabajo por “la austeridad en
las formas y la profundidad en los mensajes”. Vale decir que Bob
Dylan no fue a recibir el premio, pero envió una nota de
agradecimiento.
Premio Pulitzer, en 2008. “Por su profundo impacto en la música
popular y en la cultura norteamericana, marcado por sus
composiciones líricas de extraordinario poder poético”.
Medalla Presidencial de la Libertad, en 2012. Asignada bajo la
Presidencia de Barack Obama, Estados Unidos.
Premio de la Legión de Honor, en 2013. Máximo galardón otorgado por
Francia, entregado por el Ministerio de Cultura.
La nominación a este premio causó polémicas porque un sector de la
prensa consideró a Bob Dylan indigno de esa distinción, por su
posición pacifista durante la guerra de Vietnam y por el consumo de
drogas. Sin embargo, la Ministra de la Cultura, Aurélie Filippetti,
al referirse a Bob Dylan lo definió como un poeta rebelde,
inspirado “por las más bellas plumas de la disidencia, por el verbo
incisivo de quienes son la voz de los que no tienen voz”; para
agregar luego: “Cantante de la eterna juventud y del espíritu
libre, no pertenecéis a nada ni a nadie. Héroe de una juventud
ávida de justicia y de independencia, poeta cuya estética se dirige
al corazón de la gente, vuestra voz es un grito de libertad, la
señal del poder evocador de las palabras”.
Persona Del Año MusiCares, 2015. Reconocido por la National Academy
Of Recording Arts Sciences, por sus contribuciones artísticas y
filantrópicas a la sociedad. Los Ángeles, California.
Premio Nobel De Literatura, 2016. Otorgado por la Academia Sueca
“por haber creado una nueva expresión poética dentro de la gran
tradición de la canción estadounidense”. Bob Dylan, después de
varias nominaciones desde 1996, es el primer y único músico en
ganar ese premio, hasta la fecha de escribir esta reseña. El
cantautor no se presentó a recibir el premio en la ceremonia de
entrega, pero envió un mensaje de agradecimiento para ser leído en
el evento. En abril del siguiente año le fue entregado en una
ceremonia privada Estocolmo, Suecia, cuando pasó por la ciudad para
cumplir compromisos musicales.
Ese reconocimiento resultó controversial, porque muchos críticos
literarios argumentaron que él no “escribe libros”. El crítico e
historiador sueco Horace Engdahl, en nombre de la Academia Sueca,
afirmó: …“no debería causar tanta furia que un cantautor merezca el
Nobel de literatura. En un pasado lejano, toda la poesía fue
cantada o recitada como canto y los poetas eran rapsodas, bardos,
trovadores. Lyrics viene de lira. Pero lo que Bob Dylan ha hecho no
ha sido volver a los griegos o los provenzales. Se entregó en
cuerpo y alma a la música popular americana del siglo XXI, la que
sonaba en las estaciones de radio y en los discos de gramófono para
la gente común, blanca y negra: canciones de protesta, country,
blues, rock primitivo, góspel, música comercial. Escuchaba día y
noche, probando el material en sus instrumentos, tratando de
aprender". Engdahl remató de esta manera:
“A las personas del mundo literario que se quejan, quiero
recordarles que los dioses no escriben sino que cantan y
bailan”.
Vida Personal
Dylan contrajo matrimonio en secreto con la exmodelo Sara Lownds,
el 22 de noviembre de 1965. De esa unión nacieron Jesse, Anna,
Samuel y Jakob (líder de la banda musical
The Wallflowers). Así resumió Bob
Dylan su relación: “No fui un esposo muy bueno, pero creo en el
matrimonio. Primero me casé en serio y luego me divorcié en
serio”.
Otra relación formal de Bob Dylan, fue su boda con la corista
Carolyn Dennis en 1986; con ella estuvo unido hasta 1992, cuando se
divorciaron. De ese matrimonio nació su hija Desiree.