Biografía de Slayer
Slayer es una influyente banda estadounidense de
metal, formada en 1981 en Huntington Park, California. La
agrupación fue creada por los guitarristas Kerry King y Jeff
Hanneman, el baterista de origen cubano Dave Lombardoy el bajista y
vocalista chileno Tom Araya. Su estilo musical, caracterizado por
su agresividad y velocidad, les ha valido un lugar destacado en la
historia del metal, siendo reconocidos como parte de "los cuatro
grandes del thrash metal", junto a
Metallica,
Megadeth y
Anthrax.
A lo largo de su carrera, Slayer ha sido objeto de controversia y
críticas, especialmente por parte de grupos religiosos que los
acusan de promover un mensaje satánico. Las letras de sus canciones
y las portadas de sus álbumes abordan temáticas como la violencia,
el asesinato, los asesinos en serie, la guerra y, en ocasiones, el
satanismo. Estas temáticas han llevado a algunos a acusar a la
banda de tener simpatías por el nazismo, aunque Slayer ha defendido
su arte como una forma de expresión creativa y no como una
manifestación de creencias personales.
Desde su álbum debut en 1983, Slayer ha lanzado un total de once
álbumes de estudio, así como dos álbumes en vivo y dos
recopilatorios. La banda ha logrado un notable éxito comercial,
vendiendo más de cuatro millones de álbumes solo en los Estados
Unidos, lo que demuestra su impacto duradero en la escena del metal
y su capacidad para conectar con una amplia audiencia a lo largo de
los años.
Inicios de Slayer en la Música
Slayer comenzó su carrera a finales de 1981, cuando Kerry King
conoció a Jeff Hanneman durante unas audiciones para unirse a una
banda de heavy metal. Ambos músicos, con una fuerte pasión por el
género, decidieron unirse y buscaron completar su formación. Fue
así como contrataron al vocalista y bajista chileno Tom Araya, así
como al baterista cubano Dave Lombardo, a quien conocieron en un
entorno poco convencional, mientras trabajaba como repartidor de
pizzas.
Desde sus inicios, la banda comenzó a interpretar canciones de
influyentes grupos británicos de heavy metal, como Iron Maiden,
Black Sabbath, Judas Priest y Venom. Estas primeras presentaciones
tuvieron lugar en clubes musicales del sur de California, donde
Slayer empezó a forjar su identidad musical y escénica.
En sus actuaciones iniciales, Slayer incorporó elementos visuales
provocativos, incluyendo imágenes de temática satánica, chaquetas y
pantalones de cuero, así como cruces invertidas. Esta estética,
junto con su música agresiva y letras controvertidas, ayudó a
establecer su reputación en el ámbito del metal, marcando el inicio
de una carrera que dejaría una huella indeleble en la escena
musical.
Género musical
Las canciones de Slayer abarcan varios géneros musicales,
incluyendo rock, thrash metal, speed metal y heavy metal. Esta
diversidad de estilos es una de las características que define a la
banda y la ha llevado a convertirse en un referente dentro del
mundo del metal.
El thrash metal, en particular, es el género en el que Slayer ha
dejado una huella imborrable. Su sonido agresivo y rápido ha
influido en innumerables bandas y ha sido fundamental en la
evolución del metal. Además, su capacidad para fusionar elementos
de otros géneros, como el speed metal, ha enriquecido su propuesta
musical.
Por otro lado, el heavy metal también se encuentra presente en su
obra, lo que les permite conectar con un público más amplio. La
combinación de estos estilos ha sido clave para el éxito y la
longevidad de Slayer en la industria musical.
Trayectoria y Legado
El grupo Slayer enfrentó grandes desafíos en sus inicios debido a
la falta de recursos para financiar su carrera musical. Para poder
grabar su primer álbum, titulado
"Show No Mercy", la banda
recurrió a la ayuda económica de Tom Araya, quien en ese momento
trabajaba como paramédico, así como a un préstamo otorgado por el
padre de Kerry King. Gracias a estos esfuerzos, lograron entrar al
estudio en noviembre de 1983. Solo tres semanas después, el álbum
ya estaba grabado y listo para ser comercializado, siendo lanzado
en diciembre de ese mismo año por Metal Blade Records. Las ventas
iniciales fueron significativas, alcanzando las 20,000 copias en
Estados Unidos y otras 20,000 en el resto del mundo.
A pesar de recibir críticas negativas en su lanzamiento,
"Show
No Mercy" permitió a Slayer ganar cierta popularidad en
Estados Unidos, lo que les abrió las puertas para realizar su
primera gira por el país. Aunque hoy en día no tiene la misma
relevancia que sus álbumes más recientes, este debut es considerado
una obra clásica dentro del thrash metal. Incluye varios temas que
se convirtieron en favoritos de los fans, como
"Die by the
Sword", "The Antichrist" y
"Black Magic". Para
consolidar su culto de seguidores y ganar respeto en la comunidad
del metal, Slayer incorporó influencias del movimiento NWOBHM en su
música.
El segundo lanzamiento de la banda, un EP titulado
"Haunting
the Chapel", se caracterizó por un sonido más oscuro y
agresivo, orientado hacia el thrash metal, en comparación con su
predecesor. Este EP es considerado fundamental para establecer el
sonido clásico de Slayer y presenta temas como
"Chemical
Warfare", "Captor of Sin" y
"Haunting the Chapel".
Gracias a la publicación de este material, la banda tuvo la
oportunidad de realizar sus primeros conciertos en Europa, abriendo
para UFO en Bélgica durante el festival Heavy Sounds.
Después del lanzamiento del EP, Kerry King tuvo una breve
participación en Megadeth, donde tocó en cinco conciertos antes de
regresar a Slayer. Su salida se debió a una disputa con Dave
Mustaine, quien le estaba restando tiempo a su compromiso con
Slayer. La negativa de King a unirse permanentemente a Megadeth
creó tensiones entre las dos bandas. Al volver, Slayer se embarcó
en la Combat Tour en 1984 junto a Venom y Exodus, donde se dice que
grabaron el disco en vivo
"Live Undead". Sin embargo, este
álbum no fue grabado en un concierto real, sino en un estudio con
50 fans seleccionados para simular un ambiente de gran estadio.
En 1985, Slayer volvió al estudio con un presupuesto proporcionado
por su discográfica para grabar su segundo LP,
"Hell
Awaits", bajo la producción de Ron Fair. Este álbum profundizó
en la temática oscura que ya se había explorado en
"Haunting
the Chapel", centrándose en conceptos relacionados con el
infierno y Satanás.
"Hell Awaits" es considerado uno de
los trabajos más progresivos de la banda, presentando canciones más
largas en comparación con su repertorio anterior. La canción de
apertura incluye un mensaje en reversa, parodiando la idea
cristiana del backmasking, que supuestamente difundía mensajes
satánicos a través de la música.
Tras el éxito de
"Hell Awaits", Rick Rubin, quien había
fundado el sello Def Jam Records, ofreció a Slayer un nuevo
contrato. La banda aceptó, atraída por el mayor presupuesto y la
oportunidad de trabajar con un productor experimentado como Rubin.
El resultado fue
"Reign in Blood", lanzado en 1986. Este
álbum aceleró significativamente el tempo de las canciones, con
Lombardo alcanzando más de 300 bpm en el doble pedal. Sin embargo,
Columbia Records se negó a distribuirlo debido a su portada y a la
temática de algunas canciones, como
"Angel of Death", "Raining
Blood" y
"Postmortem". Finalmente, el álbum fue
distribuido por Geffen Records y llegó a las tiendas el 7 de
octubre, convirtiéndose en el primer disco de Slayer en entrar en
el Billboard 200, alcanzando el puesto 94.
Poco después de su lanzamiento, Slayer se embarcó en la gira
"Reign in Pain" junto a Overkill en Estados Unidos y
Malice en Europa. Sin embargo, un mes después, el baterista Dave
Lombardo dejó la banda por problemas económicos. Tony Scaglione se
unió temporalmente, pero tuvo que abandonar cuando Lombardo
regresó. A instancias de Rubin, Slayer grabó una versión de
"In-A-Gadda-Da-Vida" para la película
"Menos que
cero", aunque la banda no quedó satisfecha con el resultado
final.
Con el lanzamiento de "South of Heaven" en 1988, Slayer experimentó
un leve cambio musical. A diferencia de la agresividad de
"Reign in Blood", el nuevo álbum presentaba tempos más
lentos y elementos como guitarras no distorsionadas. Si bien
algunos críticos elogiaron este deseo de evolución musical, algunos
fans se sintieron decepcionados por esta nueva dirección. A pesar
de las divisiones, dos canciones del álbum,
"Mandatory
Suicide" y
"South of Heaven", se convirtieron en
clásicos en sus conciertos en vivo.
Slayer regresó al estudio en 1989 con el productor Andy Wallace
para grabar
"Seasons in the Abyss", que representó un
regreso al sonido de
"Reign in Blood", aunque con un
enfoque ligeramente más melódico. Lanzado en 1990, el álbum debutó
en el puesto 44 del Billboard 200 y alcanzó el disco de oro en
1992. Uno de los videoclips del álbum fue grabado en las pirámides
de Egipto poco antes de la Guerra del Golfo, destacando temas como
"War Ensemble", "Seasons in the Abyss" y
"Skeletons of
Society".
A lo largo de los años, Slayer continuó lanzando álbumes y
realizando giras, enfrentándose a diversos desafíos internos y
externos. La banda experimentó cambios en su formación, con la
entrada y salida de varios miembros, pero siempre mantuvo su
esencia y su lugar en la escena del metal. En 2013, la banda sufrió
una gran pérdida con la muerte de Jeff Hanneman. Sin embargo, a
pesar de esta tragedia, Slayer continuó su camino, lanzando nuevos
trabajos y llevando su música a nuevos públicos.
Finalmente, en diciembre de 2019, Slayer anunció su disolución tras
38 años de carrera musical. Sin embargo, en febrero de 2024, la
banda sorprendió a sus seguidores al anunciar su regreso para
realizar recitales en festivales como
"Riot Fest" y
"Louder Than Life", manteniendo su formación clásica en el
escenario y demostrando que su legado perdura.