Biografía de Ephrem J
Con un nombre que empieza a resonar con fuerza en diferentes
países, Ephrem J mantiene firme la convicción que lo llevó desde
chico a los escenarios: “Seré un artista internacional que pondrá
en alto la bandera de Curazao”. Aunque naciera en esta pequeña
nación antillana, y ser allí donde ha crecido y desarrollado sus
potencialidades artísticas, es un intérprete multicultural con
raíces hindúes, latinas y holandesas, algo que se nota,
positivamente, en lo bien que maneja la diversas mezclas rítmicas
que componen su repertorio. Asimismo, esta característica le ha
ayudado a poder aprender a hablar, y cantar, en varios idiomas sin
mayor dificultad.
Pero para tocar el tema de su incursión en el espectáculo, Ephrem
Jonathan Ocalia (su nombre de pila) nos remonta a los 90, cuando
cumplió sus 12 años. A esa edad, dice, ya componía sus propios
temas y tenía su sueño de ser cantante bien ceñido al alma. Pero
continuó con su evolución como músico pasando más tarde a una nueva
agrupación, la que le permitió ampliar sus conocimientos musicales
y trabajar con autores de muchos géneros y gran experiencia. Al
cumplir sus compromisos allí, llega a las filas de una tercera
banda que, según cuenta Ephrem, se hizo muy popular en su nación,
despuntando de igual manera en el resto de las Antillas..
Y en medio de la vorágine que suponía todo ese éxito logrado, con
varios premios bajo el brazo, en 2006, el inquieto joven decide
abandonar el grupo para ir en busca de una meta que, a pesar de
haber obtenido tantos triunfos, no había olvidado: la
internacionalización.
De este modo, debuta en solitario a nivel discográfico en 2007 con
“Speranza”, un disco a todas luces romántico, “de puras baladas”,
que escribió inspirado en el amor y sus pasiones. Tanto la canción
"Speransa" ('Esperanza'), y "Stimabu So" (cuya versión en
castellano se titula ‘Me Enamoré’), se posicionaron muy alto en las
listas locales de popularidad.
En ese entonces, vivió uno de los momentos más decisivos de su
trayectoria frente a una audiencia de más de 10,000 personas en el
concierto “Big Shot”, en octubre de 2007, donde pudo animar y hacer
bailar al mar humano en lo que se conoce como uno de los shows más
grandes del Caribe holandés. Pero otra buena primera impresión como
solista la obtuvo al ser reconocido internacionalmente por el más
prestigioso panel de jueces de música en el mundo, que seleccionó
la canción "Stimabu So" como la segunda finalista en la categoría
de “Música” en el concurso de “Composición Internacional 2008”.
En el plano local, su éxito no pasaba desapercibido. Allí, en su
país natal, fue premiado con el "Edgar Supriano" como “Cantante del
Año” por la Asociación Nacional de Músicos y Artistas. Y así fueron
llegando otros honores (“Premios Karabela”, “Premio Latino”) que lo
distinguían como “La Mejor Voz”, “Canción del Año”; acreditaciones
como “Solista del Año”, “Mejor videoclip de música” y “Mejor
Artista del Año”, convirtiéndole en el más reconocido cantautor de
la mencionada zona caribeña de los últimos cinco años con una
cantidad récord de premios a su nombre.
Ya para diciembre del mismo año lanzó su segundo álbum: "Latin
Evolution", con varias canciones tropicales, mostrando una vez más
su talento y versatilidad como cantante y compositor. En este
punto, este curazoleño examinó el mercado de la música para
comprobar qué géneros gustaban más. Así decidió trazarse un nuevo
reto, y era el de lanzar su tercer disco, pero entonando nuevos
ritmos, en especial el que considera que se encuentra “más fuerte”,
la bachata.
“Me siento bien cantando cualquier género por haber tenido que
interpretarlos todos en mis primeros años de carrera, por lo que es
un placer para mí trabajar con la bachata ahora, experimentarla e
identificarme con ella como lo hecho con sus grandes exponentes
como Juan Luis Guerra”, manifiesta. El mejor ejemplo de estas
palabras es “Amor en la luna”, el primer tema que se desprende del
nuevo álbum. “Es una fantasía amorosa y sensual que habla de una
forma sutil y metafórica, y que tiene mi estilo un poco más
evolucionado”, detalla su autor.
En esta reciente producción intervinieron productores de alto
calibre en el género, como Mártires De León, quien ha trabajado con
grandes figuras de la talla de Monchy y Alexandra. “Lo que ahora
hago es un nuevo estilo de hacer bachata, con fusiones diferentes a
lo que se escucha cada día. Tratamos de marcar un sello personal y,
a mi juicio, lo hemos logrado”, asevera contento el extrovertido
cantante en un español perfecto.
A raíz de este próximo lanzamiento, la agenda artística de Ephrem J
ya empieza a apretarse con varios espectáculos en Europa, América
Latina y el Caribe.
Sobra decir que en este nuevo capítulo de su carrera que inicia a
escribir, viene reinventado, pero vuelve a poner de relieve las
prioridades que siempre lo han guiado como músico.