La cantante desmintió a todos aquellos que intentaron dañar su imagen a través de las redes: "Gracias por apoyarme. Es una pena que la gente no reconozca el arte de la actuación y de interpretar un personaje. Nunca daría uno de mis conciertos borracha o drogada. Y sí, detrás de todo esto se esconde el sexismo y la misoginia, lo que demuestra que no solo no nos pagan igual que a los hombres, además se nos trata como a herejes si nos salimos de las convenciones sociales y pensamos de otra forma. El sexismo sigue vivito y coleando, pero yo vivo para el amor", finalizó la intérprete en respuesta a un escrito de uno de sus fans.
Una de las frases más polémicas a la hora de presentarse en dicho país fueron: "Que alguien me fo**e, por favor. Necesito a alguien que cuide de mí, por favor. ¿Quién va a cuidarme? Estoy bromeando, no necesito pedir algo así", aseguró.
Cabe destacar que recientemente la cantante hace semanas atrás lloró en pleno concierto en el Vector Arena de Auckland de Nueva Zelanda, debido a la custodia de su hijo Rocco, quien tiene la potestad de de decidir con quién quedarse tras el divorcio de sus padres hace más de seis años.