Biografía de Miguel Mateos
Miguel Mateos, cuyo nombre completo es
Miguel Ángel Mateos Sorrentino, ha dejado una
profunda huella en la historia de la música argentina como
cantautor de rock. Nacido el 26 de enero de 1954 en Buenos Aires,
Argentina, se erige como uno de los representantes más destacados
de la escena musical que renovó el rock argentino durante la década
de los ochenta. Su talento y visión artística lo convirtieron en
una figura clave en el resurgimiento de este género, especialmente
en un período de transición para el país, marcado tanto por
transformaciones culturales como sociales.
La carrera de Miguel Mateos en la música comenzó a temprana edad,
cuando tan solo contaba con 15 años. A pesar de ser apenas un
adolescente, ya estaba participando activamente en eventos que
definirían el rostro del rock argentino. En 1969, fue uno de los
artistas involucrados en el Festival Pinap, uno de los primeros y
más significativos espacios para este género emergente en
Argentina. Este punto de partida simbolizaba no solo su pasión por
la música, sino también su voluntad de formar parte de una
generación que buscaba establecer su identidad cultural a través
del rock.
Sin embargo, la consolidación definitiva de Mateos dentro del
panorama musical llegó de la mano de su emblemática banda ZAS, que
más tarde adoptó el nombre Miguel Mateos/ZAS. Esta agrupación se
convirtió en un ícono insuperable de la revitalización del rock
nacional posterior a la Guerra de las Malvinas, cuando el país
atravesaba una etapa de reconfiguración emocional y cultural. ZAS
marcó una época con éxitos que fusionaban letras profundas y
sonidos característicos, captando no solo al público local sino
también ganando reconocimiento internacional.
Niñez, Juventud y Vida Familiar
Miguel Mateos nació en la ciudad de Buenos Aires, Argentina, en el
seno de una familia con fuertes vínculos musicales. Sus padres,
Rafael Mateos y Lidia Sorrentino, desempeñaron un papel fundamental
en moldear su interés temprano por la música. Su madre, además de
ser docente en el ámbito musical, organizaba una peña donde se
celebraban diversas expresiones artísticas, mientras su padre
disfrutaba de la música clásica, lo que contribuyó a enriquecer el
entorno cultural en que Miguel creció.
La música fue una presencia constante en su vida desde una edad
temprana. Bajo la orientación de su madre, comenzó a estudiar piano
siendo apenas un niño. Esa formación inicial le otorgó las bases
para desarrollar su pasión y habilidades artísticas. Miguel también
tenía un hermano menor llamado Alejandro, seis años más joven que
él, quien más tarde compartiría con él su aventura musical al
formar la banda ZAS en la década de los años ochenta.
A los doce años, con un espíritu creativo ya despertando, Miguel
decidió formar su primer grupo de rock. La banda fue bautizada como
"Cristal" y fue el punto de partida de su incursión en el
mundo artístico. En 1969, junto a sus compañeros de Cristal, logró
llegar a la final de un concurso organizado por la revista PinUp.
Este evento destacó por atraer a importantes grupos emergentes del
momento, incluyendo a Sui Generis, quien participó con su
emblemática canción "Monoblock". Esta experiencia juvenil
marcó el inicio de la carrera musical de Miguel Mateos y lo
proyectó hacia el camino que más tarde lo convertiría en una figura
relevante del rock nacional.
Inicios de Miguel Mateos en la Música
En 1973, Miguel Mateos comenzó su formación musical en el
Conservatorio Municipal Manuel de Falla, donde se dedicó a estudiar
guitarra, piano, canto y composición. Su paso por este prestigioso
conservatorio marcó las bases de su carrera artística. Sin embargo,
en 1976 decidió abandonar sus estudios allí para explorar nuevos
horizontes en el ámbito musical.
Tres años más tarde, en 1979, Mateos fundó el grupo ZAS,
consolidándose como líder de la banda y asumiendo roles clave como
guitarrista, vocalista y sintetizador. La formación del grupo
incluía también a su hermano Alejandro Mateos en la batería, Jorge
Infusino en el bajo y Omar Moretti en la guitarra. Con esta
alineación, ZAS comenzó a abrirse paso en la escena musical,
estableciendo el inicio de una carrera que pronto marcaría un hito
en la música de habla hispana.
Género musical
Miguel Mateos se destaca por su versatilidad dentro del género
rock, aunque a lo largo de su carrera también ha incorporado
matices de pop-rock y new wave. Su estilo se caracteriza por una
combinación de energía contagiosa, melodías pegadizas y letras que
conectan profundamente con la sensibilidad del oyente.
En sus canciones, las letras suelen abordar temas universales como
el amor, los conflictos emocionales, la libertad, y las inquietudes
sociales. Muchas de sus composiciones poseen un tono introspectivo
y reflexivo, mientras otras transmiten la rebeldía y el espíritu
inquieto de los años 80 y 90. Este contraste entre la melancolía y
el ímpetu hace que su música resuene con una amplia audiencia.
Trayectoria y Legado
Miguel Mateos, uno de los músicos más influyentes del rock en
español, logró consolidar su trayectoria como solista tras cosechar
éxito con su banda ZAS en la década de los 80. Decidido a seguir
explorando su potencial artístico y frustrado por la falta de
atención que los sellos discográficos dedicaban a su agrupación,
decidió emprender un camino independiente. Para su primer disco
como solista, "Obsesión", Mateos colaboró con Michael
Sembello, productor de renombre, logrando un sonido moderno y
bailable que resonó más allá de las fronteras argentinas. Publicado
en 1990, el tema homónimo se convirtió rápidamente en un éxito
internacional.
La gira de promoción de "Obsesión", conocida como Obsesión
Tour '91, marcó un hito en su carrera. Fue la más extensa realizada
hasta ese momento y llevó su música por países como Chile, México,
Estados Unidos, Venezuela y Colombia, donde se destacó con llenos
totales en más de ocho ciudades y dos presentaciones en Bogotá.
Este tour simbolizó una etapa de consolidación regional y la
apertura hacia mercados internacionales, incluso siendo el primer
músico de rock latinoamericano en presentarse en Los Ángeles.
Al término de esta gira, Mateos se enfocó en la producción de su
siguiente disco, "Kryptonita", que sería publicado poco
tiempo después. Este álbum, dejando atrás las influencias
electrónicas de su predecesor, apeló a un sonido más limpio y
acústico. Aunque tuvo una recepción más discreta en Argentina,
logró destacarse en el resto de América Latina. Durante 1992, el
músico continuó girando por diversas regiones argentinas y
participando en programas televisivos emblemáticos como "Ritmo
de la noche", demostrando una faceta versátil tanto en el
escenario como fuera de él.
En 1993, lanzó "Cóctel", un álbum en vivo que recopiló las
mejores interpretaciones del Obsesión Tour y Kryptonita Tour.
Grabado en lugares icónicos como el Greek Theater de Estados
Unidos, el Festival de Acapulco en México y el Teatro Gran Rex de
Buenos Aires, este proyecto incluyó también cuatro canciones
inéditas, marcando el final de su etapa con BMG/Ariola.
El disco "Pisanlov" (Peace and Love), publicado en 1995,
representó otro desafío para Mateos. La crisis económica argentina
y el desinterés de las discográficas locales dificultaron su
lanzamiento; finalmente, fue distribuido internacionalmente por
CURB Records bajo el paraguas de Warner Music. Paradójicamente,
este álbum no fue editado en Argentina. Musicalmente,
"Pisanlov" ofreció un enfoque más pesado al estilo del
hard rock, una notable desviación respecto al sonido comercial de
sus discos anteriores.
Entre las curiosidades que rodean este período está su presentación
inaugural de temas de "Pisanlov" en Bogotá, cuando
compartió escenario con artistas emergentes como Shakira y Café
Tacuba. Su propuesta musical ofrecía temas como “Voy con quien
soy” y “Pisanlov”, consolidando su capacidad para
adaptarse a los cambios estilísticos del mercado.
Para 1998, Mateos regresó al terreno comercial con "Bar
Imperio", el primero de cuatro álbumes acordados con Universal
Music. Este disco combinó diversos estilos musicales, desde
canciones pop como "Besa al tonto" hasta propuestas
experimentales como "Panorama", ampliando su rango
creativo. Fue un trabajo variado que mezcló la frescura del pasado
con la renovación contemporánea.
En 2002 llegó "Salir vivo", el segundo álbum en vivo como
solista. En palabras del propio Mateos: esta producción reflejaba
dos décadas de trayectoria atravesadas por diversas
transformaciones personales y contextuales. En medio de la crisis
económica argentina de ese entonces, el disco representó no solo un
resumen artístico sino también un mensaje esperanzador frente a la
adversidad: era una obra emblemática que buscaba expresar la
resiliencia y la capacidad para seguir adelante a pesar de las
dificultades. Con una mezcla de temas inéditos y clásicos
registrados en vivo, Mateos logró conectar profundamente con su
público.
En 2005, Miguel Mateos lanzó "Uno" que fue calificado como
un trabajo "netamente argentino", centrado en recuperar valores y
elementos que, por momentos, se habían menospreciado, reivindicando
el orgullo de su identidad nacional y cultural.
La grabación del disco contó con la colaboración de músicos como
Alejandro Mateos (batería y coros), Roly Ureta (guitarra), Ariel
Pozzo (guitarra y coros), Alan Ballan (bajo) y Nano Novello (piano
Rhodes). Además, destacados artistas invitados como Javier
Malosetti, Guillermo Vadalá, Ciro Fogliatta y Las Blacanblus
aportaron su talento al trabajo. Con esta formación, Mateos plasmó
un sonido potente y cuidadosamente elaborado.
Tres años después, presentó su sexto disco solista titulado
"Fidelidad", bajo el sello La Cábula Discos y con licencia
propia asociada a Miguel Mateos y Arenas Records. Para su
distribución internacional, se firmó un acuerdo con Universal
Music. Este álbum consta de 13 canciones entre las que se destacan
“El nene más malo del mundo”, “El jardín del amor” y
“Dudas”. En "Fidelidad", Mateos retoma conceptos
utilizados en discos como "Bar Imperio", incorporando
nuevamente sintetizadores que habían estado ausentes en trabajos
previos como "Uno" y "Salir vivo". El músico
explicó que este álbum es un tributo a la lealtad y el apoyo de sus
seguidores a lo largo de los años. Asimismo, lamentó la pérdida de
la experiencia íntima que suponía escuchar un disco en formato
físico, a diferencia del consumo musical actual limitado a
dispositivos digitales.
En 2010, tras una exitosa gira celebrando los 25 años del
emblemático álbum "Rockas vivas", Mateos grabó su tercer
álbum en vivo como solista, titulado "Primera fila". Este
concepto acústico fue auspiciado por Sony Music y ya había sido
explorado por artistas como Thalía y Franco de Vita. Publicado en
2011, el disco incluyó versiones renovadas de sus éxitos junto con
tres canciones inéditas, además de colaboraciones con la cantante
española Malú en “Solos en América” y el grupo mexicano
Reik en “Obsesión”. Grabado en la Casa de la Música de
Buenos Aires, "Primera fila" también marcó la primera vez
que Mateos compartió escenario con su hijo Juan Oliver, quien
participó tocando la guitarra en “Rock Libre”. Junto al
álbum se incluyó un documental sobre los inicios de su carrera y
las decisiones creativas detrás del proyecto.
En 2013, Miguel Mateos lanzó un nuevo álbum titulado "La
alegría ha vuelto a la ciudad". Este trabajo surgió como parte
de un ambicioso proyecto conceptual que buscaba actualizar sus tres
influencias principales: el rock, el pop y el folk, integrándolas
originalmente en una trilogía llamada "La maravillosa historia
del rock y el pop". Sin embargo, debido a la crisis de ventas
discográficas, Sony Music Argentina sugirió resumir el proyecto en
un único disco. A través de sus trece canciones, Mateos abordó la
necesidad de recuperar la energía positiva de los años ochenta como
una respuesta a los desencuentros sociales y personales. Los
sencillos promocionales seleccionados fueron “Un ying para un
yang” y “Sellado con un beso”, acompañados por una
gira que recorrió diferentes provincias de Argentina.
Posteriormente, en noviembre de 2015, Mateos lanzó “La ley del
pulgar” a través de VEVO en YouTube, como adelanto de su disco
"Electropop" (2016). Este álbum sería el primero de una
trilogía basada en la alternancia entre sonidos roqueros y
acústicos. Tras esta etapa creativa, el músico anunció que
abandonaría el formato físico para centrarse exclusivamente en la
distribución digital de sus canciones.
Finalmente, en 2017, Mateos celebró los treinta años del álbum
"Solos en América". Originalmente grabado por ZAS en 1986,
este clásico fue relanzado junto con una gira conmemorativa que
incluyó presentaciones en Argentina, México y Chile. A través de
estos eventos, Miguel Mateos reafirmó su posición como uno de los
referentes indiscutibles del rock argentino y latinoamericano.
Más tarde, en 2018, Miguel Mateos lanzó "Nacional", el
primer tema de difusión de su álbum "Undotrecua". Durante
los meses restantes de 2018 y a lo largo del año 2019, las demás
canciones del disco se publicaron en formato de EP. Finalmente, el
2 de agosto de 2019, se estrenó el álbum completo, marcando un hito
como el primer disco digital de la carrera de Mateos, disponible en
plataformas como YouTube, Spotify, Deezer y Amazon Music. En ese
entonces, el músico reveló que Undotrecua sería su último álbum en
formato tradicional, considerando que los discos restantes por
hacerse podrían condensarse en uno solo. Sin embargo, debido a las
solicitudes de sus fanáticos, el álbum fue también distribuido en
formato CD.
"Undotrecua" nació como un proyecto concebido inicialmente
como una trilogía comenzando en 2016 con "Electropop". La
idea original era producir posteriormente un álbum rockero y otro
acústico, un manifiesto que representaría el cierre de su legado en
formato tradicional. Sin embargo, la trilogía se sintetizó en este
único disco como resumen de los conceptos iniciales. Reflexionando
sobre su futuro como artista musical dentro de la escena argentina,
Mateos expresó que consideraba este trabajo su última contribución
en formato de álbum. No obstante, adelantó que estaba desarrollando
una obra conceptual: una ópera prevista para 2020-2021. Aunque se
planteaba distinto al formato tradicional, confesó que seguía
viendo el álbum como un eje filosófico en su carrera.
En su aniversario número sesenta y nueve celebrado en 2023, Mateos
sorprendió anunciando su regreso al formato del álbum. Este nuevo
capítulo rompía la idea inicial de una bilogía formada por
"Electropop" y "Undotrecua" con el lanzamiento de
"Mateos Sinfónico", grabado en vivo durante su histórico
concierto en el Teatro Colón el 22 de febrero de 2022.
En el año 2023, Miguel Mateos presentó "Miguel Mateos
Sinfónico", un álbum compuesto por grabaciones en vivo de su
concierto en el emblemático Teatro Colón. Acompañado por su banda y
una orquesta integrada por más de 30 músicos, Mateos reinterpretó
algunas de las canciones más destacadas de su carrera bajo un
enfoque sinfónico. Este evento tuvo un significado muy especial
para el músico, cumpliendo así su sueño infantil de tocar en dicho
teatro. Además, ese mismo año emprendió giras por Argentina con el
fin de promover este lanzamiento.
Entre las canciones incluidas en esta producción están: "En la
cocina", "Huevos", "Perdiendo el control", "Beso francés", "Si
tuviéramos alas", "Llámame si me necesitas", "Un mundo feliz"
y "Tirá para arriba", todas adaptadas a versiones
sinfónicas. Cabe mencionar que Miguel Mateos ya había explorado el
estilo sinfónico anteriormente con su icónica canción "Es tan
fácil romper un corazón", consolidando nuevamente su capacidad
innovadora dentro de la industria musical.
Su evolución artística no solo fue prominente en lo musical sino
también por el modo en que transmitió emociones y relató las
distintas etapas culturales y sociales de América Latina. Miguel
Mateos permanece como un estandarte dentro del ámbito del rock en
español, dejando huella con cada uno de sus proyectos.
Miguel Mateos ha dejado una marca imborrable en la historia del
rock en español, consolidándose como uno de los referentes más
importantes del género en América Latina. Con una carrera que
abarca varias décadas, ha sabido reinventarse y adaptarse a los
cambios de la industria musical sin perder su esencia. Su impacto
trasciende generaciones, gracias a éxitos emblemáticos que se
convirtieron en himnos y que aún resuenan con fuerza entre sus
seguidores. Más que un cantante, es un símbolo de creatividad y
persistencia, cuya trayectoria sigue inspirando a nuevos artistas y
mantiene vivo el espíritu del rock en español.