Una investigación realizada por la agencia estadounidense The
Associated Press, revelo que por más de dos años la Agencia de
Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) infiltró y
reclutó clandestinamente a raperos, sin que ellos lo supieran, del
movimiento underground del hip-hop en Cuba, incluyendo a Los Aldeanos, para promover un
movimiento juvenil en contra del gobierno cubano.
El propósito del proyecto clandestino era que contratistas de USAID
identificaran y usaran a raperos cubanos para proyectos,
disfrazados de actividades culturales pero que, en realidad, tenían
como propósito darles visibilidad a estos artistas para que
trasmitieran a sus fans el valor de desafiar al gobierno de la
isla.
Según la investigación, el plan era "romper con el bloqueo
informativo" de la isla y crear una red de jóvenes que buscaran un
"cambio social". Pero la operación fracasó rotundamente, dado a que
las autoridades cubanas sabían al menos parcialmente qué estaba
pasando porque al menos en seis ocasiones, detuvieron o
interrogaron a personas que estaban involucradas en el programa. A
los contratistas de la operación se les confiscó equipos de
computación que contenían información que incluso llego a poner en
peligro a cantantes y ciudadanos cubanos que no sabían que estaban
involucrados en la operación clandestina de USAID.
Tal vez el peor perdedor en todo esto fue a la activa comunidad de
hip-hop de la isla. Algunos de los artistas con los que los
contratistas de USAID trataron se vieron obligados a salir de la
isla o dejaron de presentarse por presión del gobierno.
Adicionalmente, el festival más popular de música independiente de
la isla fue tomado por las autoridades luego que autoridades
descubrieran que había sido vinculado, sin su consentimiento, con
USAID.
Por su parte, USAID en un comunicado explico que "Cualquier
afirmación de que nuestro trabajo es secreto o encubierto
simplemente es falso".
El proyecto de hip-hop de USAID se inspiró en una serie de
conciertos de protesta de estudiantes serbios que ayudaron a
derrocar al presidente Slobodan Milosevic en 2000. Al principio, la
infiltración de artistas hip-hop fue ejecutada en Cuba por el
contratista serbio Rajko Bozic, quien manejado las relaciones
públicas del festival anual de música llamado EXIT, que se originó
a iniciativa de esos jóvenes.
El serbio se centró rápidamente en Los Aldeanos, un grupo de
hip-hop frustrado por la presión oficial y muy respetado por la
juventud cubana por las letras de sus canciones, duras y
directas.
Bozic fue detenido al llegar a La Habana con equipos de
computación, como una unidad de memoria que contenía información
potencialmente incriminadora, lo que generó ansiedad entre los
contratistas. El serbio acortó su viaje y a otros contratistas se
les dijo que él no iba a regresar más a Cuba.
El programa también construyó una red social de artistas cubanos
llamada TalentoCubano.net. Un cubano que trabajaba para los
contratistas identificó a unos 200 "jóvenes socialmente
conscientes" y los conectó con el sitio que los administradores
esperaban desatara un "movimiento social".
El programa fue desarrollado por Creative Associates International,
una contratista del gobierno con sede en Washington, que usó una
empresa panameña como fachada y un banco en Liechtenstein para
ocultar el rastro del dinero enviado a Cuba de las autoridades de
la isla. El esfuerzo de USAID fue tan secreto que incluso
sorprendió al Departamento del Tesoro de Estados Unidos, que
congeló una transacción bajo sospecha de que estaba violando el
embargo estadounidense a la isla.