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Cuando dentro ya no cabe una emoción más pero entran cual huracán que no puedo frenar, arrastrándome a un lugar donde sólo veo a mis fantasmas presentándome ausencias que aún me desgarran. Batallas perdidas, que podrían estar ganadas. Avenidas, donde apenas encuentro nada. La inseguridad como un daño cerebral irreparable, no podré demostrar mi potencial antes de que todo acabe. Hago mucho pero no me conformo y no logro dormir. La depresión es por el entorno, no por mi. Me digo "déjate de gilipolleces" y ojalá fueran gilipolleces no lo entenderás, si sólo en edad, creces. Quiero sentir que me como la vida como antes aunque comiera mierda y ahora a ti pueda devorarte. Superaré la decepción de entender cómo funciona todo. Es sólo el mundo golpeando mis ojos, yo no lloro. Pronto me robarán a la fuerza tantos momentos... Pero acercaré siglos en los que villanos no estén contentos. Será tan duro estar tan lejos de vosotros y tener cerca a la dignidad no evitará anocheceres rotos. Nada será en vano, aún así cuesta tanto saber que tal vez nunca más pueda darle un abrazo. Rechazo, cada oferta de renunciar a algunos latidos no dejaré de escuchar ni uno, aunque pinchen los míos A veces he sido un estúpido, lo he reconocido. Pero me iré orgulloso de lo que he sido, aún al precio de un tiro. Qué sabrás tú, poeta de pacotilla qué es dar la vida, por los dragones en la barriga que obligan, a que escribas, lo que está penado. Vivir bajo la tormenta por correr lejos del ganado. Tanto tiempo esperando, el segundo en el que no ser aquel chaval enclenque que no podía defenderte. Hay caminos infinitos, pero ya tengo mapa. Se ahogan mis gritos, pero tu silencio te delata. Me repito: Aguanta su aliento putrefacto, si ni la ventisca helada derribó el refugio de mi cuarto Te reparto, lo que me queda tras el desastre. Con mi ausencia me cobro la parte de mi que me robaste. Aún queda mucho esfuerzo jugándose el cuello, literal. Para que el balance sea positivo al final. "Si no luchas por algo, morirás por nada." Dijo Malcolm antes de que lo llenaran de balas. Esta es mi historia, no la que planeabas. No vine aquí pa aplaudir falsos cuentos de hadas. Vine pa quemarlos aunque sea prendiéndome yo. Una página de Lenin más que toda la escuela me enseñó. Cuánta soledad he tenido que aguantar pa poderte acompañar cuando te beberías todo el bar ayudándote a ser fuerte cuando sientes que no puedes más. Pero yo también te necesito y ¿dónde estás? Sueño con un mundo sin tanta maldad y al abrir los ojos he de luchar por este aunque quiera morir sintiéndome flojo. En unos minutos, un café y una coraza seguirá la batalla contra la depresión del corazón que no encaja. Te señalé la realidad y sólo miraste tu ombligo. Quieren cortarme el dedo por ello pero yo sigo. ¿Qué otra cosa podría hacer si no? No puede ni quiere cerrar los ojos quien de verdad los abrió. Y aquí sigo, caminando por el infierno disfrazado de escaparates y charlas en las que me duermo. ¿Qué otra cosa puedo hacer, si no sangrar para regar cada, infravalorada, semilla de libertad? ¿Qué puedo hacer si no, desangrarme riéndome de la muerte que se burla diciéndome que es tarde pa ver un día todo aquello por lo que lo doy todo. Joder, otra vez el mundo golpeando mis ojos, te juro que no lloro...