Vencí la tentación porque aunque quisiera,
No podría volver a la indigna ceguera.
Acorralado disparo sueños que cumplí,
A la pesadilla que obliga a soñar que fui más feliz.
Naufragando en el café, hallé una isla,
En la que hasta mi depresión me anima.
Harto de helarme por desnudarme tanto,
Pero sigo si te sirve de abrigo lo que canto.
Ojalá pudiera parar la locura del tiempo,
Y aclarar mis pensamientos, todo lo que siento.
No escucharé más tus mentiras maquilladas,
Prefiero al silencio que dictará las palabras,
Que me llevarán más allá del ruido del hedonismo:,
Que es el placer que más ha dolido.
Tan fácil sería todo siendo un conformista,
Pero sería otra absurda historia que se olvida.
Y no podría llegar a tu corazón real,
Real como el insomnio que juzga sin piedad.
Mis días los despertó la eterna noche en vela,
En la que juré que no sería una marioneta del sistema.
Y aunque no lo entiendas mañana.
Me dejaré la vida para que tus hijos lo hagan.
No es lo que soñé entre pupitres,
Pero saltándome clase abrí los ojos y hago lo que piden.
Aléjame,
Del veneno de estas calles,
Que me hizo alejar,
Tanto tiempo,
De la cruda y preciosa dignidad.
Con los años mejoro como persona,
Eso jode a más de uno que sólo empeora.
De la batalla despiadada contra mis debilidades,
Brotó la fuerza regada con lágrimas que no salen.
Creían que me pescaron y se atragantaron,
Con mis espinas afiladas por cada mal trago.
Aprendí el arte de morir, resucitando al poeta,
Si la vida es un suicidio en cámara lenta.
Ya no me desalenta cada puerta cerrada,
No tienen las vistas de esta ventana.
Con una máscara te aceptan más, pero ahoga.
Elijo la libertad de mi cárcel acogedora.
La mejor trampa de la tristeza es la memoria,
Si la resaca es nostalgia, bebo tu saliva sobria.
A veces todo parece un trámite insoportable,
Para llegar al momento en el que todo estalle.
Hoy las calles siguen llenas de vacío,
La muerte se burla vestida de egoísmo y sonrío,
Porque se que quien ríe último, ríe mejor.
Y llorar por dentro entrenó a mi humor.
Estar cerca de los sentimientos me llevó tan lejos,
Y a la vez no pude investigar bien entre mis huesos.
Golpeándome por mis imperfecciones, pude,
Ver en las heridas el mapa hacia las virtudes.
Las taquicardias que bombean rabia me empujarán, más allá de esta asquerosa ciudad en la que queda poco más, que buscar y buscar un resquicio de oportunidad. porque como cantó Carlos: si un día me falta no seré nada, y a la vez lo seré todo, porque en sus calles están mis alas, y está la orilla donde me ahogo.
La pasión me traiciona, apasionadamente,
Amando a personas que no merecen una zona en mi mente.
Uno no puede ser adivino,
Pero sí atender a señales que han advertido.
Me negué a asumir que hay tanto fantasma,
Palmada falsa en la espalda y luego te apuñalan.
Está bien, les arrebataré los puñales,
Para abrir el sendero en el que para andar no valen.
Tus palabras se las vuelve a llevar el viento,
Casi me da igual en el huracán donde contemplo,
Cómo sólo quedan las huellas hondas,
Venciendo a las sombras que la decepción nombra.
Cuántos más vendrán y se irán como si nada,
Haciendo de la amistad un juego en el que el tiempo gana.
Seguiré sin apestar a individualismo,
Con el consuelo de buenos amigos, algunos ni los he visto,
Pero se que están ahí y me arropan.
Y no aquellos con los que tanto salí de copas.
Desde que dejé de ser alcohólico no veo triple,
A quienes entre tragos, ser hermanos fingen.
Al menos ir preso me dejará claro,
Quienes están de verdad a mi lado.
Quiero empezar de cero y como no puedo,
Uso de abono la mierda que viví y planto algo bueno.
Aléjame,
Del veneno de estas calles,
Que me hizo alejar,
Tanto tiempo,
De la cruda y preciosa dignidad.