Ingresa el correo electrónico para recuperar la contraseña. Luego revisa tu correo para seguir los pasos de recuperación. Sí no llega el correo, revisa tu correo no deseado (spam).
¿Qué harías por mí? cualquiera puede decir te quiero. Yo podría morir congelado por quitar la escarcha de tu pelo. Este amor eterno tuvo un final tan absurdo. Como que olviden sus derechos y se maten por el fútbol. Unos segundos cambian el resto de mi vida. Tiroteado en el suelo seguiré sin dar a mi esperanza por vencida. La muerte me mira, le aparto la mirada. De mi infarto me habla, y aún exploto más al corazón. Esta oración va destinada al cielo de tu habitación. Al menos calla tormentas, si no las seco yo. Quisiera que me lo hicieras como si fuera tu último día. Pero hoy supe como ayer que la tristeza me follaría. Porque no puedo afrontar correrme con otra. Y al acabar sentir algo mucho peor que la soledad. No buscaré una loca que me vuelva loco y rompa el cristal de esta copa dónde mi ego logro reflejar. Brindaré por la justicia poética del tiempo. Apenas duermo porque sólo sé soñar despierto. Edificios parecen atacarme y no he tomado LSD. Con lo que segrega el pensamiento sin tregua me drogué. El sol que se cuela por las persianas, a ratos parece la luz al final del túnel. Mis evasiones insanas aún se hermanan con el incesto de nuestros corazones siameses, Para que se desnuden. La noche camufla mejor los fantasmas del pasado. Pero el sol las trampas de la noche ha quemado. No sé con cuál quedarme, igualmente por la tarde. En el momento más inesperado algo me llevará a recordarte.
[Estribillo] Me ciega la oscuridad de los rayos del sol. En sus sombras puedo ver como otro te besó. Ya me da igual. No olvidaré quién soy, nunca más encontraré alguna mañana lo que la luna no da. Hay un vacío en el cielo, me quiere absorber. Mi semen de duelo blasfemando en otra piel. La vida es cruel, lo subraya el horizonte. Al sistema solar se la suda los e-mails que no respondes. Tengo que afrontar este amanecer. Aunque no estés...
Está nevando en primavera, cómo ponerme a salvo de la escarcha venenosa sin tu iglú. Le pido a la noche que no se vaya. Pero parece empeñada en imitarte. Aunque este amanecer nada puede hacerme daño. Porque estoy llorando carcajadas cara a cara con la nada. Esta mirada perdida un día se centró en tus ojos. No pueden otras retinas. Me oprimen el corazón pero no lo encojo. Regateando alcohol con un paquistaní. Nada ofrecí a la ciudad, no sé por qué salí. Y si me dejo llevar por la locura como panero. Tampoco olvidaré aquello que más anhelo. Quién pudiera quebrar estos barrotes como espigas. No quiero fallecer en brazos de la niebla. Ni siquiera tú adivinas a qué partida perdida juegas. Luna enferma, déjame amanecer con mi medicina. La noche no termina, se mezcla con el día. Cuánto daría por volver a aquella discusión. Pero mi mirada, nuestro barco se inundó. Y olvidaste que aún así estábamos cerca de la orilla. Si te diera la gana estaríamos descojonándonos. Por eso siento que nuestras lágrimas me humillan. Ahora pareces sacada de un libro de Kafka. Atravieso calles desiertas como perro rabioso. Hasta que la bola de fuego nazca. Y arrase con un recuerdo más al irme a dormir sólo. Añoro tus uñas escarbando mi coraza. Con la voluntad de un romance en la franja de Gaza. Unidos por las sinestesia, separados por yo qué sé qué. Tu nombre en el billete de tren que descarrilé. Ayúdame a dormirme, me he despertado para soñarte. Aparten de tu búnker hoy no iría a ninguna parte. Te observo invisible, la ciudad se difumina. Quiero creer que sirve ponerme ciego en tu retina.
[Estribillo] Me ciega la oscuridad de los rayos del sol. En sus sombras puedo ver como otro te besó. Ya me da igual. No olvidaré quién soy, nunca más encontraré alguna mañana lo que la luna no da. Hay un vacío en el cielo, me quiere absorber. Mi semen de duelo blasfemando en otra piel. La vida es cruel, lo subraya el horizonte. Al sistema solar se la suda los e-mails que no respondes. Tengo que afrontar este amanecer. Aunque ya no estés...