LETRANómadasLos Chikos del Maíz

Cantamos por el paria, el jornalero y el operario,
la soñadora, y el militante revolucionario
por el barrio por la cuidadora el sanitario,
por la que limpia escaleras por el que sube a andamios,
por el que muere en el Mediterráneo,
y le pisaron el cráneo porque era negro y no ucraniano,
por Chirbes y Bolaño y las filósofas,
por la que transitó y fueron todo mofas,
por las libres y las golfas, el migrante y el mantero,
por la que cambia los pañales a tu abuelo
y por dos duros, se deja la piel,
por el peón de fábrica y la camarera de hotel,
el que antepone principios a intereses,
por la sindicalista que se cortaría un brazo antes que venderse,
los jóvenes de Alsasua los seis de Zaragoza,
por los que lo dieron todo y hoy están en una fosa,
por la prosa, las letras peligrosas,
por el represaliado y el rapero que come trullo,
toda esa gente maravillosa
que ayer vivía en un armario y y hoy celebra el orgullo
queremos la belleza, no las sobras,
por la pu*** por las presas por las locas,
cariño llévame a casa como John Denver,
alumbraron el camino Pier Paolo y Leslie Feinberg

Apostamos fuerte por vivir sin miedo
Esclavas del automatismo nos quisieron
Y hoy honramos nuestros pasos sonriendo
Y podemos respirar ante el espejo.

Cantamos porque el grito no es bastante.
Por la migrante y la militante.
Por el que pone su cuerpo para frenar desahucios,
por las que lanzan piedras en mítines del fascio.
Por la sonrisa del niño palestino
que no regala sus tierras al asesino.
Por la mujer afgana, por la dignidad cubana,
por las que no pierden ganas de construir un mañana.
Por las huelgas del metal o de Tubacex
que demuestran al luchar se puede vencer.
Por los barrios en pie que protestan
que no quieren en sus calles más casas de apuestas.
Cantamos para sentir el alivio
en una sociedad que te empuja al suicidio.
Por los derrotados y las que ya no están.
Los autocuidados y nuestra salud mental.
Cantamos para derrotar
al miedo y la necesidad, al clero y a la autoridad.
A la necedad del antivacunas,
al que adora al dedo y se niega a ver la luna.
Alcanzaremos la utopía.
Queremos arcoíris en esta nación sombría.
Queremos alegrías, no vivir de ilusiones,
que vuelva Valtonyc y que se exilien los borbones.