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El sol baña mi cara, un día más agradecido mientras desayuno con la prensa en mi sofá hundido, me queda Sonny Rollings, su sonido, el móvil, con cien contactos en la agenda y solo cuatro amigos. Y mientras salgo ya sé que el día solo es otra muesca, un numerito en el mes, el reflejo vil del ascensor que viejo me ve cuando un niño viene y me habla de usted. Pasa el tiempo, salgo a mi barrio ciudadanos del centro unidos como colores de Benetton, tos contentos. Tierra del sur, más quisieras, nos importa más reírnos que inflar la cartera. Paseo por las calles en tirantas, crema pa’ mis tattoos, el sol pega hasta las tantas, la casa del libro es que me encanta, compacs del Fnac y pastelitos del Starbucks. Quiero a tos mis vicios por igual pues ninguno sale caro y tampoco me sienta mal. Píllalo, no necesito inspiración de artista, salgo a pasear y la letra ya esta lista.
Solo, solo andando por esta ciudad Estoy solo, me he quedado solo pero a voluntad Yo así estoy bien, lejos de ti, lejos de él, lejos de ella aun que no entienda por qué lejos de todos, ya no quiero volver deja que me quede con mis cosas y ellas conmigo aquí en mi pompa, tiene sentido.
Después del mediodía llega la tarde, inevitable, como Robert Walser dejo que ladren Camino luego existo entre devotos de Cristo y pijines listos más drogadictos que los Sex Pistols. Veo sobre todo ostentación pero no es culpa de nadie, es supervivencia, la exhibición para llegar al corazón de ella, pero eso es inexplicable, esa es nuestra ciencia. De pronto un ruido te saca del sueño, perros de presa grandes cuando imitan a sus dueños. Ver ciclistas ofendidos no es difícil, coches y motos invadiendo el carril bici. Veladores todo el año, cerveza fuera, grupos de guiris celebrando, no se lo esperan. Crónicas de nada y de nadie, ya me vuelvo a casa, aquí termina mi paseo, ea…