Continuar con FacebookEl cantante y actor estadounidense, se valió completamente del uso de la ironía para mostrar al mundo, las realidades sociales que se viven en el país del norte. El racismo, la brutalidad policial, el fácil acceso de armas y la indiferencia de una sociedad, fueron plasmadas en esta pieza trabajada en seis planos y repartida en un poco más de cuatro minutos.
Donald Glover, nombre real del artista y protagonista del clip dirigido por Hiro Murai, atrapa al espectador desde el momento en que inicia el video. Su estrategia visual, más la combinación de los géneros musicales como el góspel, R&B y el trap hipnotizan hasta su culminación.
Jamás una sutil música que conlleve una danza, incitará a pensar en el asesinato de hombre por un disparo en la cabeza, así arranca esta impactante sentencia, que muestra como después del siniestro, el arma recibe mejor trato que el muerto.
Para Gambino nada ha pasado, él continua en un primer plano de la escena, bailando con algunos jóvenes. Esta acción, maquilla aquello que sucede al fondo, infinidades de delitos, persecuciones, robos y algunas pandillas. Pero para que lograr notar todo esto, se debe mirar el video más de una vez.
Los asesinatos continúan. Más adelante un grupo de nueve afroamericanos pertenecientes a un coro de góspel, son ametrallados en nombre del racismo. Se dice que este episodio fue la recreación de la masacre de Charleston, causada a unos feligreses dentro de una iglesia, por un supremacista blanco.
Para Gambino nada ha pasado, el baile sigue siendo la cortina de humo. Detrás, represión policial, un suicidio y un movimiento de cámara que revela a unos chicos tranquilamente grabando el acontecimiento, definitivamente es el reflejo de una sociedad normalizada ante tanta violencia.
La danza, procedente de la cultura africana, se mantiene, al mismo tiempo que las salvajadas y un simbolismo de la muerte cabalgando en un caballo blanco.
Finalmente vemos a un Gambino desesperado y siendo perseguido para expresar los ataques hacia una raza negra.
Sin duda alguna, la canción de Gambino, que ya cuenta con más de 64millones de visualizaciones, además de haber sido compartida por magnos de la músicas como Adele, Bruno Mars, Lady Gaga y Kanye West, personifica múltiples denuncias ante tanta atrocidades que han venido formando parte de la historia de los Estados Unidos.
