Nena!
Oye esta letra ¡Hey! Y dale al play,
Serás mi reina, hoy seré tu rey,
O tu esclavo, tú decides, vamos...
Tu pide y yo te doy, serás mi lady
Seguro ha sido un día largo,
Tras las tareas sin embargo,
Aquí estoy para que este rato,
Se convierta en algo muy grato.
Deja tu cel cargando en el salón,
Te recomiendo poner el modo avión,
Dirígete hacia la habitación,
Quiero que estés muy tranquila, corazón.
Túmbate, voy a sacarte el estrés,
Fuera esos zapatos y esas medias,
Yo te las quito, déjame masajearte los pies.
Olvídalo todo y solo cierra esos ojitos,
Piensa en ti, no tienes de que preocuparte,
Sé cómo lograr que puedas relajarte,
Sigue así, se hacer de la fricción un arte,
No me basta con tocar, quiero chuparte,
Y oigo algo distinto en tu respiración,
Veo como tu mano intenta agarrar el colchón.
Siento como tú vas sintiendo más calor,
Provocar que te estremezcas es un gran honor.
Mi boca poco a poco va subiendo por tu empeine,
Recorro tus gemelos con mis dedos, que deleite,
En la mesita tengo un botecito con aceite,
Que frotare entre mis manos para que se caliente.
Y ahora si lo extiendo bien por tus piernas,
Tú empiezas a acariciarte el pecho sin darte cuenta,
Hay de mí, la sangre arde en mis venas,
Pues se dónde quieres que vaya a parar mi lengua.
Hoy te invito a disfrutar,
De lo que yo te puedo dar, nena.
Sólo déjate llevar,
Porque esta noche tú serás mi cena.
No nos hace falta más,
Seré tu sol y tú mi luna llena.
En tu cuerpo un huracán,
Y en mi boca tu sabor.
Ha llegado a tus ingles mi aliento cálido,
Abrazo tus caderas, sé lo que quisieras, pero no voy rápido.
Meto las palmas de mis manos bajo tu peso,
Me aferro firme a tus nalgas y te doy besos,
Sobre el tanguita, con mi nariz,
Busco el borde de esa tela fina,
Con suavidad te hago cosquillas,
Sé que te excita, te oigo reír,
Y tu risa me suena divina,
Noto el calor en mi barbilla.
Escapa un jadeo de tu boca,
Y esa es mi nota favorita en esta melodía,
A la que me provoca,
Tu falda subida me desboca, el calor sofoca,
Sube por tu abdomen y te invita a quitarte ropa.
Y es el momento, saco tu prenda más íntima,
Miro tu sexo, me agarras del cabello,
Abres las piernas, me animas, tú no eres tímida,
Tan rasurado, esperándome, tan bello.
Primero lamo suave de abajo-arriba,
Y tus fluidos se mezclan con mi saliva.
Oye, qué rico me sabe, y me motiva,
Saber que de la excitación eres cautiva.
Mira, soy rapero, no se me da mal vocalizar,
Tengo un músico en la lengua y lo voy a utilizar.
Desde la vagina al clítoris y ahí mamar,
Con cariño, para que te encante y pidas más.
Con la izquierda separo tus labios y acaricio,
Mami, tu monte de Venus a la vez.
Bien, mi misión hoy es darte placer,
Con la diestra voy introduciendo en tu orificio,
Poco a poco el dedo índice y también el corazón,
Los giro despacito, voy en busca del lugar,
Ese al que llaman Punto G y que te hace preguntar:
¿Qué me haces? Perder el control y la razón.
Aún me quedan dedos, y el anular,
Se desliza hasta estar, rozando tu culito.
Tanto movimiento y la humedad,
Hace que sin reparar, entre solito,
Solo un poquito, primero con delicadeza.
Tras un ratito, sugieres con tus movimientos,
Lo que deseas, que quieres que llegue más dentro,
Y que te coma mucho más deprisa
Y por eso empujas mi cabeza.
Hoy te invito a disfrutar,
De lo que yo te puedo dar, nena.
Sólo déjate llevar,
Porque esta noche tú serás mi cena.
No nos hace falta más,
Seré tu sol y tú mi luna llena.
En tu cuerpo un huracán,
Y en mi boca tu sabor.
Se acerca el clímax, te grita la naturaleza,
Alza hacia arriba las pupilas con agudeza.
Veo que retuerces tus pezones con fiereza,
Mientras gritas de placer encogiéndote con fuerza.
Se prolonga ese instante de intensidad,
Hasta el último aliento en el que no puedes más.
Se contrae todo tu cuerpo, lo puedo notar,
Intermitentemente mis dedos empiezas a estrangular.
Tranquila, disfruta la resaca del Tsunami,
Aún sientes estremecer la espalda y el abdomen.
Tus muslos poderosos hacen presión en mi cara,
Pero aguanto, no quiero que te distraiga nada.
Poco a poco te relajas, veo tu cara sonrosada,
Y tu sonrisa dibujada, pero sé que te dejé cansada.
No hables, sólo abraza la almohada y duérmete,
Yo estaré acariciándote la espalda. Te amo.
Hoy te invito a disfrutar,
De lo que yo te puedo dar, nena.
Sólo déjate llevar,
Porque esta noche tú serás mi cena.
No nos hace falta más,
Seré tu sol y tú mi luna llena.
En tu cuerpo un huracán,
Y en mi boca tu sabor.