I
Un año más soy el capo que te impone,
te hace volar y te deja más suave que el polen,
¡Haze!, otra vez da la cara,
soy un chico de barrio que nunca entrega la cuchara.
Aprendí a amar al enemigo,
ignoré el rencor y ese es su peor castigo.
Tengo principios, pero dame mis talegos,
yo no soy perfecto, yo también me pongo ciego.
Realmente es fácil vivir con pasta,
lo difícil en el barrio es sobrevivir, se gasta.
Yo aprendí en un banquito a jugar a las cartas.
las drogas vienen solas,
sin maestros, no hacen falta.
Rap flamenco me sabe a calle,
me dejo la piel, quiero comprarte unos corales,
tu prueba la miel, llamen a la policía,
soy un loco y muero por Andalucía.
ESTRIBILLO:
Que yo soy de calle, calle, callejero,
me tiré a la calle para buscarme los talegos.
Sigo siendo el mismo, con dinero o sin dinero,
un niño de barrio, calle, callejero.
II
Me inspira el llanto de la guitarra,
el “quejío” que a José Mercé desgarra su garganta,
cuando en una fiesta alguien se arranca al compás de palmas,
y Montse Cortés llorando por taranta.
Me encanta improvisar con un cajón,
coger mi carro y pisar a fondo sin contemplación,
pasar una noche en vela jugando al Is-pro,
escuchar Los Chichos a toda voz después de un concierto.
Me flipa salir de fiesta y tomarme unas copas,
y escuchar muy fuerte el primer disco de Estopa.
Yo escupo rap, mis raíces vienen del flamenco,
para mí su mezcla representa calle y sentimiento.
“¡Ni ná, ni ná!”, esto es más callejero que el brillo de un “baldeo”
o el chispazo de una “pipa” de fogueo.
Tengo más calle y me he dado más “pateos” que un Sonic de campaneo.
ESTRIBILLO:
Que yo soy de calle, calle, callejero,
me tiré a la calle para buscarme los talegos.
Sigo siendo el mismo, con dinero o sin dinero,
un niño de barrio, calle, callejero.
III
Rap flamenco significa descaro,
cuando suenan las sirenas en el barrio porque sonó un disparo.
Rap flamenco es nadie ve, nadie escucha, nadie dice,
aquí mueren los chivatos.
Rap flamenco no es rap ni flamenco,
es la rabia contenida en mi corazón ardiendo.
En invierno, maquinando en las candelas,
y en verano las “litronas” de Cruzcampo en las aceras.
Es la magia de mi tierra, su esencia,
es picardía, instinto de supervivencia,
buscar billetes sin pensar en antecedentes,
la vida loca, como un adolescente.
¡Desfase!
- “Ese Haze, qué hace”.
- “¡Te juro por mis niños que nunca probé la base!
Qué de personajes, empezó el concierto,
lo parto todo, voy a hierro.
ESTRIBILLO:
Que yo soy de calle, calle, callejero,
me tiré a la calle para buscarme los talegos.
Sigo siendo el mismo, con dinero o sin dinero,
un niño de barrio, yo soy “taleguero”.