Escúchame,
Hoy que este intento roto esta, quebrándome la voz,
Hoy que el silencio se quedo en mi habitación,
Hoy que no queda nadie, solo somos, tú y yo.
Escúchame,
Sin las heridas que acostumbro, presumir,
Sin las mentiras que no tuve, para ti,
Con la agonía de saber, y no saber, si deseo ser feliz.
Escucha,
Y déjame explicártelo una vez,
Tú no tienes tu mundo, al revés,
Te tengo que decir, que te quiero,
Y eso es todo lo que se.
No se como paso, ni donde o como fue,
Es solo que ahora siento, que me basta con tu voz,
Que me sobran los porqués,
Que no tengo más prisión, que tu mirada,
Que le he hablado de tu piel, hasta a mi almohada,
Y que a menudo, no siento tierra bajo mis pies.
Y ya me ves,
Aquí esperando un si, un no, un yo que sé,
Pidiendo porque lo peor, sea un tal vez,
Hasta morir como tu amigo aceptaré.
Pero tenia que hablar, sinceramente,
Quitándome las frases, que ensaye,
Diciendo simplemente, que te quiero,
Y eso es todo, lo que importara esta vez.
Escúchame,
Y no me digas nada, por favor,
Deja que mis palabras, y mi voz,
No esperen y se marchen,
Por si piensas decir no.